WASHINGTON.- Un millar de familias de niños y adolescentes encarcelados en Estados Unidos denunciaron, en un informe, que el sistema judicial es "desequilibrado" y que, desde la escuela a la prisión, penaliza a los menores de origen afroamericano comprometiendo su reinserción.
"Más de dos millones de niños son arrestados todos los años en Estados Unidos y el número continúa en ascenso a pesar de una baja tasa de infracciones penales reales", señaló la investigación publicada el lunes por la organización "Justicia para las Familias".
"En cada etapa del sistema judicial para menores, desde el colegio a la detención, desde los tribunales, desde la libertad condicional hasta la encarcelación, los jovenes de color son confrontados con prejuicios inconscientes por parte de los profesionales de esas instituciones" señala el reporte".
"Estos prejuicios inconscientes, en conjunto con la desigualdad estructural, conduce a un número desproporcionado de jóvenes de color ante el sistema judicial", añade.
Más de la mitad de las 685.000 personas arrestadas por la policía de Nueva York en 2011 tienen entre 14 y 24 años. El 87% de éstas son afrodescendientes o hispanos.
Este documento de 56 páginas reúne las estadísticas así como los testimonios de más de un millar de familias y de personas cercanas a menores encarcelados o que salieron de prisión, la mayoría afrodescendientes de bajos ingresos.
"La justicia de menores está llena de ideas falsas y de estereotipos sobre los jóvenes y sus familias", declaró Grace Bauer, co-directora de "Justicia para las Familias", cuyo hijo fue encarcelado a los 14 años.
"Es tiempo de reparar ese sistema 'desequilibrado'", añadió en un comunicado,
El documento precisa que "la mayoría del presupuesto" para la justicia de los menores se usa para la encarcelación, aproximadamente 5.700 millones de dólares por año a nivel nacional.
"El paso del colegio a la prisión" muestra una tendencia nacional a enviar a los menores fuera del colegio, particularmente a las personas de color y de ingresos bajos, en dirección del sistema, añade el documento que culpa de esta situación a una política de "tolerancia cero" en la educación.
Casi una de cada tres familias informó que la primera detención se llevó a cabo en la escuela.