AFP
BUENOS AIRES.- Miles de argentinos se concentraron el jueves en las principales ciudades del país para protestar golpeando cacerolas contra la gestión de la presidenta, Cristina Fernández, en momentos en que el Gobierno aplica fuertes restricciones a la compra de divisas.
Los manifestantes, convocados a través de redes sociales y sin símbolos de partidos políticos, se quejaban principalmente de las trabas para adquirir dólares, de la inseguridad urbana y del impulso que miembros del oficialismo están dando a una nueva reelección de la mandataria.
"Es un atropello contra la propiedad privada, yo puedo hacer lo que quiero con mi plata", dijo en Buenos Aires a Reuters Mario Blanco, en alusión a las restricciones para comprar dólares que el Gobierno aplica para detener una fuga de capitales.Medios locales mostraron a multitudes que protestaban en ciudades como Rosario, Córdoba y Bariloche, además de la capital argentina.
En Buenos Aires, los manifestantes prácticamente cubrieron la Plaza de Mayo, un lugar emblemático para las protestas situado frente a la casa de Gobierno.
Mostraron su enojo por un supuesto proyecto del Gobierno para reformar la Constitución, que medios locales dicen que busca permitir que la presidenta Fernández sea reelecta nuevamente.
El oficialismo, sin embargo, no dio a conocer hasta el momento ningún proyecto en esa línea.La Constitución argentina impide que se presente como candidato quien haya gobernado el país por dos períodos, que duran cuatro años cada uno.
"Sí a la libertad", decían algunas pancartas, mientras que muchos acusaban de autoritarios y corruptos a funcionarios del Gobierno. "Estoy contra la inseguridad y la impunidad. Hay mucha corrupción", dijo Inés, de Buenos Aires.
Fernández ya fue reelecta en octubre pasado con el 54 por ciento de los votos gracias al apoyo de vastos sectores de la clase baja, aunque también recibió muchos sufragios en centros urbanos en los que predomina la clase media.
La protesta se da meses después de que la economía argentina empezó a desacelerarse luego de casi una década de sólido crecimiento y en momentos en que la inflación -estimada en más de un 20 por ciento anual por analistas privados- está erosionando el poder adquisitivo de la población.
En busca de frenar una fuga de divisas, el Gobierno recientemente restringió aún más las compras de dólares, ya limitadas desde el año pasado, lo que generó un amplio descontento en sectores de la sociedad -principalmente de clase media o alta- habituados a viajar al exterior o a ahorrar en la moneda estadounidense.
El Gobierno enfrentó en años recientes algunas protestas similares, en particular durante una feroz puja con el sector rural en el 2008 que derivó en una profunda crisis política.
La protesta con cacerolas fue popularizada durante el desplome de la economía del país durante la crisis del 2001/02, cuando el ex presidente Fernando De la Rúa debió dejar el poder en medio de amplias manifestaciones.
Los llamados "cacerolazos" tuvieron luego en vilo a otros mandatarios que gobernaron el país durante la crisis.