TÚNEZ.- Los salafistas yihadistas islámicos son un "peligro" para Túnez y ese riesgo va en aumento en el marco de los disturbios actuales, que causaron la muerte al embajador de Estados Unidos en Libia.
Así lo declaró este viernes Rached Ghanuchi, el principal dirigente del partido Ennahda, en el poder en ese país del norte de África.
"Cada vez que partidos o grupos sobrepasen la libertad en forma flagrante hay que ser firmes, apretar las clavijas e insistir en el orden", declaró el dirigente.
Ghanuchi consideró que los salafistas -denominación musulmana que reivindica el retorno a los "orígenes" del Islam, algunas de cuyas ramas propugnan la guerra santa o yihad- "representan un peligro no sólo para Ennahda sino para las libertades públicas en el país y para su seguridad".
La afirmación fue emitida mientras se espera el incremento de las protestas en Túnez y otros países musulmanes en el marco del "Viernes de la Ira" proclamado por distintas organizaciones.
En los últimos días se han repetido las protestas contra Estados Unidos en el mundo árabe luego de la publicación en internet de un video insultante contra el profeta Mahoma denominado "Inocencia de los musulmanes".
El gobierno tunecino prohibió este viernes la realización de manifestaciones relacionadas con la película, con el fin de "preservar el orden y la seguridad de los ciudadanos".
Mientras tanto, EE.UU., Canadá y varios países europeos han extremado las medidas de seguridad en sus representaciones diplomáticas.
Túnez dio la primera campanada de la "primavera árabe", que ha derribado gobiernos y ha generado protestas en favor de una apertura política en otros países musulmanes. En diciembre de 2010, el suicidio de Mohamed Bouazizi despertó masivas protestas contra el gobierno dictatorial de Ben Ali, quien huyó del país.
Desde entonces, el país se encuentra bajo una administración provisional mientras se prepara una nueva Constitución.
El país comparte frontera con Libia, sacudida por frecuentes acciones de violencia en el marco de las diferencias entre regiones y tribus y la acción de ex milicianos que conservan sus armas tras el derrocamiento y muerte de Moamar Jaddafi.