Obama se vio a la defensiva durante largos pasajes del debate de este miércoles.
AFPSANTIAGO.- Luego de días de preparación y ante la expectación de los medios y el público en Estados Unidos y en casi todo el globo, el Presidente Barack Obama y su contendiente, Mitt Romney, se enfrentaron esta noche en Denver (Colorado), en el primer debate de la competencia por la Casa Blanca.
Ambos postulantes esperan convertir cualquier ventaja obtenida en la discusión en puntos de alza en las encuestas.
Cerca de 3.500 periodistas acreditados llegaron desde la mañana de hoy al campus de la Universidad de Denver, escenario del primero de tres debates presidenciales previstos antes del 6 de noviembre.
El encuentro fue retransmitido en directo por los grandes canales estadounidenses.
Durante el debate, Romney mostró una postura más energética y vehemente al defender sus proposiciones en materia impositiva, en el presupuesto y la reactivación del empleo, sus puntos fuertes.
Obama, en tanto, se mantenía a la defensiva, extremadamente serio y calmo, y mantenía la cabeza baja durante largos segundos mientras su contrincante lo criticaba.
"Romney se ve entusiasmado. Habla rápido y alto. Obama se mantiene lento y en calma. Las diferencias de personalidad se notan", comentó en su cuenta de Twitter la productora en CBN News de EE.UU. Dana Ritter.
"Creo que no necesitamos un moderador para el próximo debate... tenemos a Mitt Romney", bromeó la cometarista política Stephanie Cutter.
Candidatos abren fuego sobre empleo e impuestos
El intercambio comenzó poco después de las 22:00 horas (en Chile), cuando el prestigioso presentador Jim Lehrer, moderador de la discusión, presentó el debate y las condiciones del encuentro.
Luego, ambos candidatos entraron al escenario y se saludaron afectuosamente con un largo apretón de manos.
Ambos vestían trajes del mismo tono. Obama lucía una corbata azul y Romney una de color rojo.
La primera pregunta del presentador aludió al empleo, el problema que más preocupa a los estadounidenses en medio de la crisis económica en ese país.
Obama abrió el debate con una nueva mención de su esposa, Michelle Obama, una verdadera cábala del Mandatario, quien nunca olvida aludir a la Primera Dama en sus discursos más importantes. En este caso, recordó que este día celebra su aniversario de matrimonio.
El Mandatario enfatizó la necesidad de mejorar el sistema de enseñanza y educación en EE.UU. y, en materia impositiva, se mostró de acuerdo con reducciones impositivas. También ofreció ventajas fiscales para empresas que quieran producir en ese país.
En respuesta, Romney mencionó la necesidad de adelantar convenios que aumenten el libre comercio "con América Latina", en el marco de la búsqueda de soluciones para la reactivación de la economía estadounidense.
La discusión sobre impuestos se llevó los primeros minutos de contraposición de ideas. Mientras Romney criticó el desempeño de la actual administración, Obama retrucó que ninguna de las propuestas del abanderado republicano aparece viable.
Agregó que tales medidas incluidas en el plan fiscal de su contrincante, lejos de reactivar la economía, "pondrán un peso excesivo sobre la clase media", enfatizó el Mandatario.
Obama insistió en que mantendrá en marcha un "nuevo patriotismo económico" para crear empleos y "reconstruir" la economía del país con inversiones en educación y energía.
"Queda mucho trabajo por hacer, no se trata de dónde estamos, sino de hacia dónde vamos", subrayó.
Romney negó, a su turno, que sus proposiciones impliquen aumentar el nivel impositivo para la clase media.
"Mi prioridad es crear empleos. Por eso queremos rebajar las tasas de impuestos, porque no hay nada mejor para tener un presupuesto equilibrado que tener más gente trabajando que pague impuestos", aseveró.
Más tarde, Romney decidió saltarse las reglas y se tomó unos minutos, pese a la protesta de Lehrer, para precisar su punto en torno a impuestos y empleo. "La gente está sufriendo en Estados Unidos", recalcó, mientras criticaba el aumento del desempleo bajo Obama.
"Prácticamente, todo lo que ha dicho (el Presidente) sobre mi plan fiscal es inexacto", añadió Romney.
Obama, en tanto, acusó a su rival de cambiar radicalmente sus propuestas en este campo. "Durante 18 meses ha estado hablando de su plan de recortes fiscales y ahora, a cinco semanas de las elecciones, dice que su gran idea 'no importa'", señaló.
Romney: "No quiero ir por el camino de España"
El déficit federal fue el segundo tema clave tratado en el debate, y las propuestas para enfrentarlo.
"Es un problema crítico y no sólo económico, también moral", aseveró Romney, quien en este punto se vio seguro al explicar en detalle sus proposiciones, aunque volvió a salirse del tiempo dispuesto.
Obama, en tanto, recordó que su administración debió enfrentar las consecuencias de la crisis internacional en la tarea de efectuar recortes en el presupuesto.
También cuestionó las posturas de Romney. "Un recorte de 30% afectará a los ancianos y a los niños con discapacidades", recalcó.
En este momento, el debate cambió a intercambio directo entre ambos, con un Obama muy serio mientras el postulante republicano argumentaba contra las actuales políticas que "matan empleos" en Estados Unidos.
"Yo no quiero ir por la trayectoria en que ha ido España", recalcó Romney.
Obama recalcó, en tanto, la propuesta de eliminar beneficios fiscales que favorecen a los más ricos, a las grandes empresas y a las firmas que externalizan trabajos y los realizan fuera de EE.UU.
En cuanto a seguridad social, el debatido futuro del programa Medicare comenzó a ser discutido, pero en ese momento Lehrer hizo uso de su prerrogativa de cambiar el énfasis del debate y puso momentáneamente sobre la mesa la discusión sobre el nivel de intervención que debe existir en la economía de Estados Unidos.
"No se puede tener un sistema de libre mercado sin regulaciones", reconoció Romney. "Pero las regulaciones pueden ser excesivas, como ocurre en algunos casos aprobados bajo el mandato del Presidente, y esto está dañando a la economía", advirtió.
Obama, a su turno, enfatizó en que la principal causa de la crisis económica global es precisamente la falta de las necesarias regulaciones.
"El motivo por el cual hemos tenido una crisis económica tan grande por los comportamientos sin corazón de distintos actores; bancos que ganaban mucho dinero con productos que ni los mismos bancarios entendían bien. Todo el sistema era vulnerable", aseveró.
Romney, en respuesta, aludió a que las actuales regulaciones aplicadas en EE.UU. "están matando a los bancos pequeños" en ese país. Además, añadió, "han pasado dos años y todavía no tenemos" reglas claras sobre las hipotecas (que estuvieron en el centro del comienzo de la crisis).
Al cerrar el debate, mientras Obama hizo un llamado a recuperar el orgullo estadounidense en los sectores industriales y la producción, Romney resumió sus cuestionamientos a la actual administración.
"No voy a bajar la guardia, vamos a mantener a Estados Unidos fuertes y a la clase media trabajando", recalcó.