REIKIAVIK.- Dos tercios de la población de Islandia apoyaron las propuestas de un comité de ciudadanos para redactar una nueva Constitución, según los resultados preliminares del referéndum consultivo organizado el sábado en un ejercicio de democracia directa sin precedente.
Los resultados provisionales entregados hoy por la señal de TV pública RUV se basan en el escrutinio de los votos en la mitad de las circunscripciones.
La participación se evaluaba en menos del 50%, muy por debajo del 72,9% registrado el año pasado en el referéndum sobre la compensación que se debía dar a los británicos y holandeses víctimas de la quiebra en 2008 del banco Icesave.
La propuesta de una nueva Constitución ha sido redactada por una comisión elegida en 2010 para revisar la ley fundamental y compuesta por 25 ciudadanos de a pie que consultaron a sus compatriotas a través de internet.
En un referéndum celebrado el sábado -cuyos resultados solo serían indicativos-, los islandeses debían responder sí o no a seis preguntas sobre temas como el papel de los recursos naturales de Islandia, la Iglesia natural y el futuro del sistema democrático de su isla.
También debían pronunciarse sobre la posibilidad de celebrar referendos por iniciativa ciudadana y sobre el modelo de votación, así como sobre si la futura constitución debe basarse en el proyecto que les ha sido presentado.
Los primeros resultados muestran que los electores quieren que los recursos naturales en los subsuelos del país que no pertenecen a intereses privados sean considerados como bienes públicos.
El Partido de la Independencia, en el poder durante la mayor parte del siglo pasado, había indicado que la propuesta sometida a referéndum debía ser examinada con más detalles.
Aunque Islandia cuenta con poco más de 300.000 habitantes, la complejidad de los comicios es tal que los resultados definitivos no se conocerían hasta esta noche.
La actual Constitución fue adoptada en 1944, tras la independencia de Islandia de Dinamarca. Desde hace tiempo hay acuerdo sobre la necesidad de reexaminarla pero su reforma siempre ha sido aplazada.
El derrumbe económico del país en 2008 desencadenó movimientos sociales masivos y se impuso la reivindicación de que la futura Constitución fuera redactada por ciudadanos de a pie.
Un grupo de 25 ciudadanos de diferentes orígenes trabajó así en el proyecto constitucional entre abril y julio de 2011 y lo colgó en internet para que todos pudieran reaccionar y enriquecer el texto, ante de someterlo a finales de julio de 2011 al Parlamento que decidió someterlo a referéndum.