L'AQUILA.- Científicos italianos especialistas en sismología presentaron masivamente sus renuncias este martes, luego de un polémico dictamen judicial que condenó a penas de cárcel a siete de sus colegas.
La sentencia fue aplicada por el magistrado Marco Billi por no haber advertido a tiempo la inminencia del terremoto que devastó una amplia zona del norte de Italia en 2009, especialmente
la ciudad de L'Aquila, y dejó más de 300 muertos.
Según autoridades, la dimisión en grupo puede dejar sin expertos al organismo oficial italiano encargado de la prevención de catástrofes.
La primera consecuencia de la sentencia fue la renuncia de los miembros de la Comisión Grandes Riesgos y "la parálisis de las actividades de previsión y prevención", advirtió el Departamento de la Protección Civil de Italia.
El juez Billi condenó esta semana a siete de los miembros de la Comisión Grandes Riesgos a seis años de cárcel. Fueron imputados de suministrar informaciones "imprecisas e incompletas" días antes del terremoto ocurrido el 31 de marzo de 2009.
Los acusados habían participado cinco días antes de la tragedia en una reunión de la Comisión de Grandes Riesgos convocada por Guido Bertolaso, responsable de la época del Departamento de
Protezione Civile.
El objetivo del encuentro era precisamente evaluar las medidas que podían implementarse frente a varios temblores de menor intensidad que se repetían en la región.
Condena "un poco extraña"
La determinación judicial fue ácidamente criticada por especialistas en sismología.
"No veo las condiciones para trabajar serenamente", afirmó el físico Luciano Maiani, miembro de la Comisión Grandes Riesgos.
Otro de los renunciados es Mauro Dolce, director de la Oficina de Riesgo Sísmico del Departamento de Protección Civil.
También presentaron sus dimisiones el actual presidente de la comisión, Giuseppe Zamberletti, y el vicepresidente Mauro Rosi.
En tanto, los científicos alcanzados por la condena ya están organizando el proceso de apelación, previsto para fines de 2013.
Billi tiene hasta 90 días para presentar los fundamentos del fallo condenatorio, que detallará los motivos de su dictamen.
"Vamos a esperar los motivos de la condena y después trabajaremos en la apelación, esperando un resultado mejor", explicó Marcelo Melandri, otro de renunciados.
Melandri es asistente de Enzo Boschi, un experto muy conocido por la opinión pública italiana. "Estoy desesperado, creía que iba a ser absuelto. Todavía no entiendo de qué estoy acusado", afirmó este último.
Las críticas se extendieron más allá del ámbito especializado. "Es una sentencia un poco extraña", destacó el presidente del Senado, Renato Schifani, quien consideró que en el futuro "los funcionarios que deberán cumplir ese tipo de funciones quizás preferirán no hacerlo, precisamente por los riesgos que podrían afrontar".