LAGOS.- Al menos 15 personas perdieron la vida en un atentado suicida perpetrado contra una iglesia en el norte de Nigeria donde se celebraba el servicio religioso dominical, informó el diario nigeriano Leadership.
El ataque fue perpetrado a las 09:45 horas GMT mediante un coche bomba contra la iglesia católica de Santa Rita, en la localidad de Malali, en el extrarradio de la ciudad de Kaduna, capital del Estado del mismo nombre, en el norte de Nigeria.
El diario "Leadership" explicó que aún no hay cifras oficiales de víctimas, aunque sus reporteros contaron numerosos heridos y al menos 15 muertos.
Según relataron testigos del atentado el periódico nigeriano, el terrorista suicida se acercó con su automóvil a la reja del templo, donde fue detenido por los guardias de seguridad, que le impidieron el paso.
El conductor dio entonces marcha atrás y arrolló las puertas del recinto, detonando la bomba que transportaba en el vehículo.
Pese a que ningún grupo se ha responsabilizado aún de la explosión, el ataque lleva la firma de la secta islamista Boko Haram, que ha llevado a cabo numerosos atentados contra iglesias en Nigeria.
Desde 2009, cuando la Policía nigeriana acabó con el líder de Boko Haram, Mohammed Yusuf, los radicales han emprendido una sangrienta campaña que ha acabado con unas 1.400 vidas, según los datos de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
Boko Haram, cuyo nombre significa "la educación occidental es pecado", lucha por instaurar un Estado regido por la ley "sharia" en el norte del país, de mayoría musulmana.
Nigeria se encuentra dividida entre la empobrecida mitad septentrional, principalmente musulmana, y el sur, de mayoría cristiana y rico en petróleo.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.
Condena firme de Italia
El gobierno italiano expresó su condena firme contra el atentado. "Estamos frente al enésimo, odioso atentado que golpea a los cristianos en el día de la fiesta religiosa. La condena debe ser la más firme porque estos actos viles golpean la conciencia de todos aquellos que se baten contra la violencia y por el respeto de la libertad de religión", advirtió el canciller, Giulio Terzi.
El ministro renovó la apelación, presentada también en la Asamblea General de Naciones Unidas, para que se intensifiquen los esfuerzos destinados a evitar que se repitan actos terroristas.
"La comunidad internacional está llamada a hacer más para proteger, en el mundo, a todas las minorías religiosas", manifestó Terzi.