ROMA.- Varios centenares de partidarios del ex dictador italiano Benito Mussolini se reunieron el domingo en Predappio, en Emilia-Romaña para conmemorar el 90º aniversario de la Marcha sobre Roma y denunciar "el laicismo liberal" y la inmigración.
Con banderas o medallas de ex combatientes, los fascistas, en su mayoría hombres vestidos a veces con camisas típicas, fueron como cada año al cementerio de San Cassiano, donde está enterrado el ex dictador.
En la pequeña ciudad natal del Duce, desfilaron hasta el atrio de la iglesia, llevando una cruz que colocaron al lado de la puerta.
Un abad tradicionalista, Giulio Maria Tam, pronunció entonces frente a la puerta de la iglesia de este pueblo de 7.000 habitantes una arenga contra "el laicismo liberal y el ateísmo machista" de una sociedad que "lucha contra la familia con el divorcio, el aborto y la homosexualidad".
"Por eso venimos a llorar de dolor sobre la tumba de Mussolini ¿Quién hizo las leyes sociales? Mussolini ¿Quién instauró la salud gratuita para el pueblo? Mussolini", dijo ante un público que gritaba "Duce, Duce".
Afirmó que las ciudades africanas "como Marsella", "desaparecerán" por el flujo de inmigrantes. "Marsella, es África. El apocalipsis viene. Preparémonos, camaradas, llegan, y son muchos", añadió.
Los "camisas negras" habían organizado el 28 de octubre de 1922 una masiva marcha hacia Roma.
Organizada desde agosto, la manifestación aparece hoy como un acto simbólico del ascenso al poder del fascismo.
Unos 20.000 camisas negras llegaron a la capital, pero el Rey, en vez de proclamar el estado de sitio, hizo llegar un telegrama a Mussolini para invitarlo al gobierno.