Chilena en medio de huracán "Sandy": Se oye como si pasara un tren

SANTIAGO/NUEVA YORK.- Esta noche, la costa este de Estados Unidos y especialmente Nueva York están paralizados por el temor de lo que pueda provocar el huracán "Sandy", que amenaza con causar estragos en esa ciudad.

Y en medio de todo esto se encuentra Patricia Palacios, chilena de 36 años que reside desde 2008 en la ciudad, mientras estudia un doctorado en Derecho en una universidad de la zona.

"El miedo que tengo yo es que aquí se puede volar todo: las antenas, una rama o un poste de luz nos puede golpear. Además, se pueden bloquear las calles", revela, en conversación con Emol.

La aspirante a doctora en Derecho agrega que es imposible estar en la calle ya que "el viento te lanza al suelo, no puedes estar en pie. Por eso que ya no anda nadie, y eso es muy raro en un lugar como este (Harlem), sobre todo ahora que estamos en vísperas de Halloween".

Reconoce que el viento se oye como si "pasara un tren", describe, en el momento en que abre una ventana para que se escuche la intensidad del viento, cuya fuerza se percibe claramente a través del teléfono.

"Sobrerreacción"

Sin embargo, la abogada cree que la gente en EE.UU. está actuando de manera "muy sobrerreaccionada", y cree que el riesgo no parece, hasta ahora, tan grande como lo que se ha comunicado.

"El año pasado dijeron lo mismo del "Irene" y no pasó nada. Incluso en mi casa puse cintas en las ventanas pero gracias a Dios no sufrí mucho", enfatiza.

"Desde el 11 de septiembre del 2001 que aquí se tomaron muchos recaudos en todo sentido. Y ante la amenaza de huracanes se tiene preparada a la gente para las contingencias. Sé que en Nueva Jersey hay hasta toque de queda, pero esperemos que no llegue a ese extremo acá en Nueva York", señala la chilena que está in situ esperando el temido paso de "Sandy".

A diferencia de otros sectores de Nueva York, la chilena aún tiene luz y agua, pero desde hace unos días se le cortó el internet. "Por eso no he tenido contacto con otros chilenos, porque siempre nos comunicábamos a través de Facebook o mail. Ni del consulado se han comunicado conmigo", explica.

Y para protegerse del fuerte viento y de las consecuencias que pueda ocasionar "Sandy", Patricia tomó sus recaudos. "Hace dos días llené todos los recipientes con agua y me abastecí de víveres no perecibles".