NUEVA YORK.- Mientras la devastación causada por la supertormenta "Sandy" sigue afectando a millones de personas, la cifra de muertos reportada hasta ahora en Estados Unidos asciende al menos a 48 personas.
Con esa cifra, el total de decesos atribuidos al huracán -que se unió en su trayectoria con otros fenómenos climáticos que reforzaron su capacidad destructiva- asciende a 118 en el Caribe y Norteamérica.
En Haití se han contabilizado hasta ahora 54 muertes, que se unen a 11 en Cuba, 2 en Bahamas, 2 en República Dominicana y una en Jamaica.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg informó que se han registrado 18 víctimas fatales hasta ahora.
La tempestad tocó tierra el lunes en la noche en el estado de Nueva Jersey, con vientos sostenidos de 130 k/h. Los vientos causaron el corte del suministro de electricidad de más de 8,2 millones de personas, desde las Carolinas hasta Ohio, y obligó a suspender la campaña electoral, a una semana de los comicios presidenciales.
Nueva York fue uno de los lugares golpeados con más fuerza. Su corazón financiero en el Bajo Manhattan cerró por segundo día consecutivo y varios torrentes de agua de mar cayeron hacia los huecos de la zona en construcción en el Centro de Comercio Mundial.
La tormenta causó los peores daños en los 108 años de historia del sistema del tren subterráneo de Nueva York, de acuerdo con Joseph Lhota, presidente de la Autoridad Metropolitana del Transporte.
No había indicios sobre la fecha en que el sistema más grande de transporte en Estados Unidos volverá a la normalidad, aunque el alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo la mañana del martes que prevé que algunas rutas de autobuses se reanuden por la tarde.
"Esta fue una tormenta devastadora, quizá la peor que hayamos experimentado", dijo Bloomberg.
La marea aumentó 4,27 metros y rebasó el récord histórico. Ello llevó agua de mar al Bajo Manhattan, donde se inundaron túneles, estaciones del tren subterráneo y ductos del sistema eléctrico que dan servicio a Wall Street.
El problema obligó a desalojar lo mismo a pacientes de los hospitales que a turistas de los hoteles. Los rascacielos se menearon por la fuerza del viento, que derribó parte de una grúa instalada en el piso 74 de un edificio en el área de Manhattan conocida como Midtown.
En Queens, uno de los barrios de la ciudad, cerca del Océano Atlántico, un incendio devastó entre 80 y 100 viviendas el martes por la mañana, pero no se reportaron decesos.
"Esto será para los libros de récords", dijo John Miksad, vicepresidente de operaciones eléctricas de la empresa Consolidated Edison, que tenía a más de 670.000 clientes sin el servicio en la ciudad de Nueva York y sus alrededores.
Este martes, las operaciones se cancelaron por segunda vez en la Bolsa de Valores de Nueva York. El mercado bursátil no había dejado de operar en dos días consecutivos por factores meteorológicos desde una intensa nevada en 1888.
Costa sumergida
El grado de la devastación en Nueva Jersey se fue revelando al amanecer. Las cuadrillas de emergencia recorrían la zona para rescatar a cientos de personas.
Con la voz ronca, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dio el recuento de los daños en una conferencia matutina ante la prensa. Explicó que las vías del tren fueron arrasadas por el agua y buena parte de la costa seguía sumergida.
"Esto va más allá de cualquier cosa que pensé ver", dijo Christie. "El panorama es devastador por ahora".
Las aerolíneas cancelaron 16.000 vuelos entre el lunes y el miércoles, de acuerdo con FlighAware, una página de rastreo de los servicios de aviación. Los tres aeropuertos principales de la ciudad de Nueva York permanecieron cerrados.
El Presidente Barack Obama emitió la declaración de desastre mayor en Nueva York y en Long Island. La medida liberó fondos federales para los habitantes de la zona. Obama volvió a suspender el martes sus actividades proselitistas.
Durante una visita a las oficinas principales de la Cruz Roja, Obama advirtió el martes al público que la supertormenta "no ha terminado". Agregó que persisten los riesgos de inundaciones y caída de cables eléctricos, y consideró que la tormenta fue un evento "desgarrador para la nación".
El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, reanudó sus actos proselitistas, en Ohio, aunque planeaba convertir un mitin en un acto de recaudación de ayuda para la tormenta.
Tormenta sigue moviéndose
La colosal tormenta llegó este martes hasta el centro norte del país, con lluvias intensas y nieve.
Las autoridades en Chicago pidieron a los habitantes que se alejaran de las orillas del Lago Michigan, en tanto la ciudad se preparaba para soportar vientos de hasta 96 k/h y olas de 7,2 metros. Los meteorólogos consideran que estas condiciones se mantendrían incluso hasta el miércoles.