Restos de Yaser Arafat serían exhumados el 27 de noviembre

JERUSALÉN.- El cuerpo del histórico líder palestino Yaser Arafat sería exhumado el próximo 27 de noviembre para tomar muestras de sus restos e intentar determinar las causas de su muerte.

Un equipo de expertos suizos del Instituto de Radiación Física de Lausana examinó hoy el mausoleo de Arafat junto a la Mukata de Ramala para "prepararse de cara a la apertura de la tumba y tomar muestras de las pruebas que deben realizar", declaró el responsable del comité palestino sobre el caso, Taufik Tiraui.

Aunque Tiraui no adelantó una fecha, fuentes oficiales señalaron que el 27 de noviembre es el día que se ha fijado para la exhumación del cadáver.

La delegación suiza llegó hoy a Ramala donde se reunió con Tiraui y otros altos dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para preparar las próximas etapas en el proceso.

A los expertos suizos se unirán en las próximas semanas los investigadores franceses encargados de la instrucción de la causa abierta en Francia sobre la muerte de Arafat, indicaron las mismas fuentes.

El abogado de la viuda del histórico líder palestino, Suha Arafat, ya había adelantado a Efe la semana pasada que la exhumación se realizaría a finales de noviembre, una vez que los jueces franceses dieron el visto bueno a la misma.

La viuda pidió la exhumación el pasado julio, después de que la cadena Al Jazeera emitiera un reportaje exclusivo sobre la muerte del antiguo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en el que se concluía que pudo morir envenenado con polonio 210, una sustancia altamente radiactiva encontrada en sus objetos personales.

Al Jazeera encargó sus análisis al Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza), y miembros de ese laboratorio fueron invitados en julio a participar en la eventual exhumación por la ANP, que les ofreció ser parte del proceso antes incluso de que se conociera la autorización judicial.

A finales de agosto la justicia francesa abrió una investigación sobre la muerte de Arafat en 2004 en un hospital de las afueras de París, tras la denuncia presentada por su viuda ante las sospechas de que pudiera haber sido envenenado.

Los rumores de su supuesto envenenamiento existían desde que el líder palestino abandonó la Mukata con dirección a un hospital en París en noviembre de 2004, donde falleció poco después.

Israel, por su parte, ha negado desde entonces las alegaciones de que Arafat murió envenenado, y las considera un complot para tratar de involucrar a sus servicios secretos en su muerte.