WASHINGTON.- La presencia de observadores internacionales ha causado polémica en la víspera de las elecciones presidenciales en EE.UU. pese a que la mayoría sólo quiere "aprender" del proceso democrático en este país.
Las autoridades en estados como Ohio, Texas y Iowa han objetado la presencia de observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) dentro de los centros de votación, pese a que cuentan con la venia del Departamento de Estado.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha señalado que los países miembros de la OSCE -a la que pertenece EE.UU.- vigilan las elecciones entre sí y que Washington les da la bienvenida porque "somos un libro abierto", y EE.UU. quiere demostrar al mundo que tiene un sistema electoral "excelente".
Los observadores deben obedecer las leyes estatales y "se lo hemos recordado. Tenemos entendido que piensan cumplir plenamente con todas las leyes de EE.UU.", dijo Nuland el viernes pasado.
Desde mediados de octubre, el grupo desplegó a 44 observadores en diversos puntos del país, pero este año se topó con la resistencia de autoridades de Texas, Iowa y Ohio, estados que restringen o prohíben la presencia de observadores en los centros de votación.
El fiscal general de Texas, Greg Abbott, apoyado en esto por el gobernador republicano Rick Perry, recordó que, si algún observador de la OSCE "mantiene una presencia a 30 metros de la entrada de un centro electoral", violaría la ley de Texas y podría estar sujeto a enjuiciamiento.
El secretario de Estado de Iowa, Matt Schultz, también amenazó con el arresto y enjuiciamiento de observadores que se acerquen a "91 metros" en un centro electoral en ese estado.
El de Ohio, Jon Husted, advirtió, aunque con menos dureza, de que una ley de la Asamblea General prohíbe que los observadores extranjeros entren a los centros de votación.
La OSCE ha dicho que respetará las leyes, tras explicar que la misión de sus observadores -que gozan de inmunidad diplomática- será evaluar que las elecciones de EE.UU. se realicen con apego a las "obligaciones y normas internacionales".
El grupo, que en años anteriores concluyó que las elecciones en EE.UU. son libres y justas aunque podrían mejorar en algunas áreas, prevé divulgar un informe preliminar sobre las de 2012 el miércoles próximo.
Una treintena de observadores de México, Argentina y España, auspiciados por la Universidad de Georgetown, han tenido mejor suerte en el área de Washington, DC.
"Nos interesa mucho todo este proceso, especialmente en una elección tan cerrada, sobre todo para conocer el sistema de EE.UU., ver cómo se hacen las campañas, y compararlo con el nuestro en México. Desde luego, queremos ver cómo podemos ser mejores como partido y también la democracia mexicana", dijo a Efe Enrique Cambranis Torres, presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en Veracruz.
Por su parte, la española Pilar Cano aseguró que las elecciones de EE.UU. "tienen gran incidencia en España" y "espero poder informar a mi país sobre lo que está ocurriendo aquí con ejemplos concretos... por ejemplo, la diversidad de la comunidad hispana".
Mientras, el abogado de Córdoba (Argentina) Gonzalo Fernández manifestó dijo que ha venido "porque toda la vida me ha interesado la política y la ciencia política".
"Hay un interés en toda América Latina de tratar de entender el funcionamiento de la democracia americana, cuán perfecta o imperfecta es, y predecir qué trato puede ver con EE.UU. en los próximos años", explicó Fernández.
Un total de 34 estados han tenido el voto anticipado y el grupo de Georgetown tuvo la oportunidad de visitar centros de votación en la capital estadounidense y ver el funcionamiento de las máquinas del voto electrónico, una idea que, según Cambranis Torres, quiere copiar México. EFE