MOSCÚ.- El Presidente de Siria, Bashar al-Assad, afirmó que no es una "marioneta", que no abandonará su país y que debe vivir y morir en él.
"No soy una marioneta. No nací en Occidente para que me vaya a Occidente o a otro país. Soy sirio, he nacido en Siria. Tengo que vivir y morir en Siria", sostuvo Assad al canal ruso, que adelantó hoy parte de la entrevista que se divulgará este viernes.
El jefe de Estado sirio señaló que no cree que Occidente vaya a intervenir en su país, aunque dejó en claro que si esto llega a ocurrir "nadie puede decir quién será el siguiente".
"Pienso que el precio de esa invasión, de producirse, será más elevado de lo que todo el mundo puede permitirse", subrayó.
El Mandatario agregó que su país es el "ultimo baluarte de la sociedad secular, la estabilidad y la coexistencia en la región" y advirtió de que los acontecimientos en Siria pueden desencadenar un "efecto dominó que influirá en todo el mundo desde al Atlántico hasta el Pacífico".
Rusia ya tiene asumido que el presidente sirio no dejará el poder y que luchará hasta el final contra la oposición armada que busca desbancar a su régimen.
"Al Asad no se irá a ninguna parte. No se le puede convencer. (...) Al igual que la oposición, ahora quiere luchar hasta la victoria", señaló el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista publicada hoy en la página web de su cartera.
El titular de la Cancillería rusa subrayó que "la oposición es instigada por Occidente, mientras que Al Asad quiere pelear hasta el final, aunque allí no puede haber victoria".
Hoy mismo, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, admitió que la organización se ve desbordada para asistir a los civiles sirios ante el "grave empeoramiento" de la violencia en el país.