WASHINGTON.- Tras la reelección de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos, cerca de 100.000 ciudadanos norteamericanos, residentes en 20 estados diferentes, firmaron una petición en la que piden la secesión del gobierno federal.
Ningún documento cita la victoria de Obama al apoyar el pedido de "separación" de la Unión, sino motivaciones varias, sobre todo económicas y de principio.
Poco cuenta para los secesionistas que la Constitución estadounidense no contenga ninguna cláusula en el que se prevé la posibilidad de salir de uno o más Estados de la confederación.
Encabezan la petición, con más de 27.000 firmas, los habitantes del Estado de Texas, conocido por ser de corriente conservadora, y donde fue gobernador el ex Presidente George W Bush.
En el portal creado por la Casa Blanca de Obama bajo el título de "We the People" -con la intención de dar espacio a las voces de la gente común- los texanos citan en el pedido de secesión las "dificultades financieras de Estados Unidos" en contraste con el "equilibrio del balance y la prosperidad económica de Texas que haría posible el retiro del Estado de la Unión, con el fin de proteger los estandartes de vida de sus ciudadanos y asegurar sus derechos a la libertad de acuerdo con los principios de los Padres Fundadores".
Solo las 27.000 firmas sugieren que la administración Obama responderá de cualquier modo a la petición: según una regla autoimpuesta, de hecho, la Casa Blanca usualmente responde a los pedidos que logran obtener más de 25.000 suscriptores dentro de los 30 días. Y cerca a la misma meta llega otro Estado del sur profundo: Lousiana.