GINEBRA.- Al menos 264 civiles, entre ellos 83 niños, fueron asesinados por grupos armados entre abril y septiembre de 2012 en la provincia de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo (RDC), según la denuncia que incluye la ONU en un informe sobre la situación de los derechos humanos en la zona.
El estudio presenta los resultados de seis misiones de investigación y de más de 160 entrevistas con víctimas y testigos de la violencia en esa región, realizadas por la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en la RDC.
Las cifras son la consecuencia de 75 ataques documentados en la región de Masisi durante seis meses, según el organismo, que considera que están lejos de reflejar de manera fehaciente la magnitud de las violaciones de derechos humanos en el este del país africano.
Los autores del documento, difundido hoy por la ONU, consideran que la cifra de víctimas en Masisi podría ser mayor y destacan que la mayoría de víctimas de la matanza fueron ancianos y niños, los que más limitada tuvieron su capacidad de huir de los ataques.
La ONU atribuye al grupo armado Raia Mutomboki, con la ayuda de los grupos Mayi Mayi, la mayoría de los asesinatos, "que fueron a menudo cometidos con extrema violencia; muchas víctimas murieron a machetazos y otras fueron quemadas vivas en sus casas".
El grupo opositor Nyatura fue considerado responsable de otras violaciones de los derechos humanos, incluidos asesinatos, saqueos y violaciones, en ocasiones en colaboración con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Raia Mutomboki asesinó mayoritariamente a miembros de la etnia hutu y Nyatura a miembros de la etnia tembo, señala el documento.
"Las sistemáticas violaciones de los derechos humanos cometidas por esos grupos armados, incluida la matanza de tantos niños, son las más graves que hemos visto en tiempos recientes en la RDC", dijo la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
"Las autoridades congoleñas tienen que tomar medidas inmediatas para proteger a los civiles y combatir la persistente impunidad que solo ayuda a envalentonar a los asesinos", afirmó en un comunicado.
La ONU expresó su preocupación por el componente étnico de las matanzas de este año en el este de la RDC, donde los enfrentamientos por el control de la tierra y los recursos naturales han derivado en periodos cíclicos de violencia entre las distintas comunidades.
"Tanto los Raia Mutomboki como los Nyatura han lanzado ataques sistemáticos dirigidos contra los civiles, por lo general basándose en la etnia verdadera o supuesta de las víctimas, y en presuntos beneficios políticos o económicos", según las conclusiones del informe.
En abril de este año, las deserciones en el ejército y la consecuente creación del grupo armado M23 llevó a las fuerzas armadas congoleñas a centrarse en el combate contra esta milicia, lo que ha supuesto un frenazo en los avances logrados contra las FDLR.
Según la ONU, "muchos grupos armados han sacado ventaja del vacío de seguridad que ha dejado la redistribución de las unidades del ejército para extender sus propias áreas de influencia, a menudo mediante violentos ataques contra la población civil, lo que ha exacerbado la tensión entre etnias, algo que ya promovía el M23".
La respuesta del ejército, en colaboración con la Misión de Estabilización de la ONU en la RDC (MONUSCO), ha sido desplegar numerosas unidades en la zona afectada desde julio pasado, promoviendo medidas que impulsen el diálogo y la reconciliación.
El representante especial del secretario general de la ONU para la RDC, Roger Meece, declaró que "el riesgo de intensificación de este conflicto étnico es real, y representa una grave preocupación para la paz y la seguridad de los civiles en la región".