RIAD.- El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró anoche en Riad que una eventual renuncia del presidente sirio, Bachar al Asad, "no significaría el cese de la violencia" y defendió el diálogo como vía para solucionar la crisis en Siria.
En rueda de prensa, Lavrov explicó que su país "apoya al pueblo sirio y no al régimen de Bashar al-Assad", tras reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Baréin y Omán.
El jefe de la diplomacia rusa señaló que el diálogo entre el régimen y la oposición, según recoge la denominada "declaración de Ginebra", es la "única vía" para solucionar el conflicto y descartó la necesidad de aprobar una resolución al respecto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La declaración de Ginebra fue firmada el pasado junio por las principales potencias mundiales y pide, entre otras cosas, el cese de la violencia y la formación de un gobierno de transición, entre otras medidas para salir de la crisis siria.
Además, insistió en la necesidad de ampliar la cooperación económica entre su país y los miembros del CCG, sobre todo en los sectores de la energía nuclear y las tecnologías espaciales.
"La crisis en Siria no tiene que afectar a la relación entre Rusia y el Consejo de Cooperación del Golfo", apuntó el ruso.
Respecto a la ofensiva israelí lanzada desde ayer contra la franja de Gaza, Lavrov pidió el cese de todas las operaciones militares y la violencia en esa zona.
Por su parte, el canciller qatarí, Hamad bin Yasem al Zani, condenó los ataques israelíes e insistió en la necesidad de castigar dichos ataques, al tiempo que exigió al Consejo de Seguridad que asuma sus responsabilidades y proteja la seguridad internacional.