NUEVA YORK.- Las fuerzas de paz de las Naciones Unidas fueron puestas bajo "alerta máxima" en la zona oriental de la República Democrática del Congo, sacudida por violentos enfrentamientos entre tropas gubernamentales y rebeldes.
Al mismo tiempo, el secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, condenó nuevamente este viernes la ayuda externa desde países que apoyan a los insurgentes.
Unidades de reacción rápida de las tropas de la ONU fueron desplazadas a áreas claves alrededor de la ciudad de Goma, tras choques armados entre rebeldes del M23 y tropas del Gobierno ocurridos el jueves.
Los intercambios de fuego dejaron numerosas bajas según diversos informes.
Martin Nesirky, portavoz de la ONU, aseguró que los "equipos de reacción rápida" fueron remitidos a la capital de la provincia oriental de Kivu y al aeropuerto de la ciudad.
Acotó que las tropas desplegadas para la misión de la ONU, conocidas oficialmente como Monusco, fueron puestas "en alerta máxima" con apoyo potencial de helicópteros de ataque.
"Informes no confirmados indican que el M23 registró un alto número de víctimas en el enfrentamiento", reveló Nesirky.
No obstante, un portavoz del grupo rebelde negó las afirmaciones del gobierno en cuanto a que que más de 110 milicianos murieron en la batalla.
El combate fue el más grave desde julio pasado, cuando helicópteros de la ONU entraron en acción contra el M23.
La agrupación insurgente se separó del ejército nacional congoleño en abril.
Nesirky confirmó que Ban se manifestó "molesto por continuos reportes de apoyo externo al M23", aunque no mencionó países.
"Terminator" y tráfico de minerales
El Movimiento "Marzo 23" (M23) fue nombrado así por la fecha de un acuerdo de paz suscrito en 2009 por el grupo Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP).
Esta agrupación paramilitar, formada predominantemente por tutsis que operan al norte de Kivu y que tienen fuertes vínculos con autoridades de la vecina Ruanda, acordó en esa fecha su integración en el ejército congoleño.
El grupo es dirigido por el jefe militar Bosco Ntaganda, alias "Terminator", buscado por crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional (TPI). Las acusaciones en su contra incluyen asesinatos, violaciones y el reclutamiento de niños.
En abril de este año, unos 300 antiguos miembros del CNDP protagonizaron un motín, aparentemente motivado por los esfuerzos gubernamentales destinados a desarticular las milicias que operan en el interior de la fuerzas armadas y por las presiones que buscan llevar a Ntaganda ante la justicia.
Un informe de la ONG estadounidense Enough Project denunció que el M23 contrabandea minerales extraídos en Congo hacia Ruanda y Burundi. Otro documento, publicado por la agencia Reuters, implica a los gobiernos de Ruanda y Uganda en el respaldo de la agrupación rebelde.