PARIS.- El ex Presidente Nicolas Sarkozy negó haber recibido "un centavo" en fondos de campaña de la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt, según extractos de sus declaraciones a jueces publicados hoy por el periódico francés Sud-Ouest.
Sarkozy, que fue derrotado por el actual Mandatario Francois Hollande en las elecciones de mayo, fue interrogado durante 12 horas el jueves por un juez que está intentando establecer si su triunfo electoral en 2007 contó con la ayuda de financiamiento ilegal de la heredera de L'Oreal.
El niega haber incurrido en cualquier irregularidad y su portavoz no estaba inmediatamente disponible hoy para comentar sobre el informe.
"He conocido a los Bettencourt desde que tenía 28 años. Ahora tengo 57", declaró Sarkozy a los jueces, según extractos de su testimonio publicados por Sud-Ouest.
"Ellos nunca me dieron un centavo, nunca les di uno a ellos y nunca les pedí nada. No iba a comenzar (a hacerlo) a los 52 (años), como Presidente de Francia", agregó.
Sarkozy ha salido de la política, pero sigue siendo un posible candidato para los conservadores en la próxima elección presidencial en 2017.
Las sospechas iniciales sobre el supuesto financiamiento ilegal surgieron hace tres años, cuando una mujer que trabajó como contadora de la mentalmente frágil Bettencourt, afirmó que un importante retiro de dinero estaba destinado a la campaña electoral presidencial de Sarkozy.
Bettencourt fue declarada en estado de demencia en 2006 y fue colocada bajo la custodia de su familia en 2011.
Al ser consultado sobre la salud mental de Bettencourt, Sarkozy dijo, según Sud-Ouest: "Cuando la veo, no veo ninguna señal (de vulnerabilidad). Está bien vestida, no tartamudea, no dice ninguna cosa no sea plausible".
La familia Bettencourt, que aún es el mayor accionista individual del gigante de los cosméticos L'Oreal, con una participación del 30 por ciento, ha tenido contactos cercanos desde hace mucho tiempo con el partido UMP de Sarkozy, quien perdió la inmunidad presidencial cuando dejó el cargo.
Los jueces que interrogaron a Sarkozy lo calificaron como un testigo, un estatus en el derecho francés que significa que no es probable que enfrente un juicio.
El tema con Bettencourt no es el único que incomoda a Sarkozy. Al ex Mandatario podrían pedirle que testifique en otras dos investigaciones judiciales respecto a los términos de la venta de un submarino a Pakistán y de grandes gastos en sondeos de opinión realizados por su despacho cuando era Presidente.