TOKIO.- Japón anunció hoy el endurecimiento de sus sanciones contra Siria, con la congelación de activos de 36 individuos y 19 organizaciones vinculadas al régimen de Damasco para aumentar la presión sobre el Presidente sirio, Bashar al-Assad.
La decisión, aprobada hoy por el Gabinete del Primer Ministro, Yoshihiko Noda, en virtud de la ley nacional de divisas y comercio internacional, amplía el número de individuos sujetos a este tipo de sanciones en Japón a un total de 59, y el de entidades a 35.
Entre las personas afectadas desde hoy por esta decisión se encuentra el gobernador del Banco Central de Siria, Mayaleh Adib, y 35 ministros, viceministros o asesores del Gobierno de al Asad, que estarán además sujetos a un proceso de revisión estricto en caso de solicitar un visado para entrar en Japón.
Las entidades incluyen a los Ministerios de Defensa e Interior de Siria, además de la Oficina de Seguridad Nacional y empresas del sector petrolero como Syrian Petroleum Company (SPC)y Syrian Company for Oil Transport (SCOT).
Con las nuevas medidas, las empresas niponas necesitan solicitar el permiso del Gobierno japonés para realizar transacciones financieras con estas personas y organizaciones.
El Ministerio japonés de Asuntos Exteriores explicó, en un comunicado, que las sanciones se han ampliado para contribuir a los esfuerzos internacionales para resolver la crisis en Siria.
El Gobierno nipón ha instado desde 2011 a Damasco a detener los ataques contra civiles y fuerzas opositoras al régimen.
Pese a los esfuerzos mediadores, la violencia se ha recrudecido en Siria desde que en marzo de 2011 se desató un conflicto que ha derivado en una guerra civil.