EL CAIRO.- Los opositores al Presidente egipcio, Mohamed Mursi, se manifestaban el martes en la plaza Tahrir de El Cairo por quinto día consecutivo, redoblando las peticiones de que se derogue un decreto que, afirman, amenaza a Egipto con una nueva era de autocracia.
La protesta convocada por grupos de izquierdas, liberales y socialistas marca una escalada en la peor crisis desde la elección en junio del político de Los Hermanos Musulmanes y expone la profunda división entre los islamistas en el poder y sus oponentes.
Aunque se espera que la multitud crezca a última en horas de esta tarde, ya había cientos de personas en la plaza, donde muchos acamparon durante la noche. La policía empleó gases lacrimógenos y los organizadores instaron a los manifestantes a no enfrentarse a las fuerzas de seguridad del Ministerio del Interior.
Un activista de Los Hermanos Musulmanes falleció en las protestas y cientos de personas resultaron heridas en episodios violentos provocados por un movimiento que también ha creado una rebelión de jueces y golpeado a la confianza en una economía que lucha por recuperarse tras dos años de inestabilidad.
Los opositores de Mursi lo acusan de comportarse como un faraón moderno. Estados Unidos, un gran benefactor del Ejército egipcio, expresó su preocupación, temiendo más turbulencias en un país que tiene un tratado de paz con Israel.
La protesta pondrá a prueba hasta qué punto puede reunir gente la oposición egipcia no islamista. Los islamistas han vencido a partidos menos religiosos en las urnas en las elecciones celebradas desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.
"No queremos una dictadura otra vez. El régimen de Mubarak era una dictadura. Tuvimos una revolución para tener justicia y libertad", dijo Ahmed Huseini, de 32 años, este martes por la mañana en la plaza de Tahrir donde se centró el histórico alzamiento contra Mubarak.
Los activistas están acampados allí desde el viernes, bloqueando la plaza al tráfico y chocando de forma intermitente con la policía antidisturbios en las calles cercanas.
El decreto emitido el jueves por Mursi ampliaba sus poderes y protegía sus decisiones de revisión judicial hasta la elección de un nuevo Parlamento, prevista para el primer semestre de 2013. Human Rights Watch ha dicho que el texto le da más poder a Mursi del que tenía la junta militar a la que sucedió en el mando del país.
En un intento por suavizar las tensiones con los jueces indignados por su medida, Mursi ha asegurado al máximo tribunal del país que los fragmentos de su decreto sobre la inmunidad de sus decisiones se aplicarán sólo en temas de importancia "soberana". Aunque eso debería limitarlo a declaraciones de guerra, algunos expertos dicen que hay margen para una interpretación más amplia.
Los Hermanos Musulmanes dieron otro paso para evitar más confrontaciones al cancelar una protesta masiva que habían convocado el martes en apoyo del decreto, que también tiene el respaldo de grupos islamistas más duros.