Miles de palestinos siguiern a través de la TV la votación en la ONU.
EFENUEVA YORK.- El reconocimiento como Estado observador no miembro obtenido por Palestina tiene un indudable valor simbólico, pues da a los palestinos un perfil más alto durante las reuniones de la ONU.
No obstante, aún no podrá votar en las sesiones de la Asamblea General.
Un análisis de la legislación internacional muestra que esta decisión tiene importantes implicancias legales. Gracias a ella, Palestina podrá unirse a la Corte Penal Internacional (CPI) y algunas agencias especializadas de la ONU, como la Agencia Internacional de Energía Atómica.
La designación como Estado no miembro no garantiza automáticamente un reconocimiento como país soberano. Sin embargo, dicho estatus reconoce de manera implícita que la mayoría de los miembros de la ONU respaldan a Palestina como un Estado independiente.
La decisión de Naciones Unidas no traerá cambios inmediatos a la situación en la región. Cisjordania continuará bajo ocupación israelí y la construcción de asentamientos probablemente continuará.
Pese a ello, los palestinos dicen que el cambio en el estatus alterará las reglas de juego, y argumentan que el voto implica que Israel ya no podrá llamar a los territorios palestinos "disputados".
En cambio, la tierra será claramente designada como perteneciente al pueblo palestino, aunque las fronteras finales aún tienen que ser determinadas.
Lo mismo se aplica para la Franja de Gaza, gobernada por el grupo islamista Hamas. La Autoridad Palestina no tiene casi influencia en el enclave costero donde residen 1,6 millones de palestinos, lo que probablemente complicará el escenario futuro de cara a las consecuencias de la histórica decisión de hoy.