CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI recibió este sábado en audiencia a miles de artistas del mundo del espectáculo itinerante de Europa y Estados Unidos con motivo del peregrinaje organizado en el marco del Año de la Fe por el Consejo Pontificio de la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes.
La audiencia tuvo lugar en el Aula Pablo VI del Vaticano, donde actuaron representantes de este colectivo de artistas, en el que se engloban, entre otros, profesionales del circo, músicos callejeros y feriantes, que han viajado al pequeño Estado dentro del peregrinaje "Gente del espectáculo itinerante".
Entre las actuaciones, que fueron retransmitidas en directo por la televisión vaticana, figuran la de un contorsionista, un grupo de "majorettes", otro de saltimbanquis y malabaristas, y una pareja de payasos que entretuvieron a tres niños con un juego de globos de distintas formas.
"La distracción de los espectáculos, la alegría recreativa del juego, la gracia de las coreografías y el ritmo de la música constituyen una vía inmediata de comunicación para dialogar con pequeños y grandes, y suscitan sentimientos de serenidad, de alegría, de concordia", afirmó el Papa.
"Con la variedad de vuestras profesiones y la originalidad de las exhibiciones sabéis sorprender y despertar maravillas, ofrecer ocasiones de fiesta y de sana diversión", dijo el Pontífice a estos artistas, a quienes instó a transmitir los valores que forman parte de su tradición, como el amor a la familia o el cuidado de los más pequeños y los minusválidos.
Según Benedicto XVI, entre esos valores del mundo del espectáculo itinerante figura también el diálogo entre las generaciones, el sentido de la amistad y el gusto por el trabajo en equipo.
"Acogida y hospitalidad os son propias, así como la atención a dar una respuesta a los deseos más auténticos, sobre todo los de las jóvenes generaciones. Vuestras profesiones exigen renuncia y sacrificio, responsabilidad y perseverancia, valentía y generosidad, virtudes que la sociedad actual no siempre aprecia", afirmó.
Y agregó: "Conozco también los numerosos problemas vinculados con vuestra condición itinerante, como la educación de los hijos, la búsqueda de lugares apropiados para los espectáculos, las autorizaciones para las representaciones y los permisos de residencia para los extranjeros".
El Sumo Pontífice, por último, pidió que las administraciones públicas se comprometan a proteger a este colectivo y reconozcan la función social y cultural de sus espectáculos, al tiempo que animó a estos artistas y a la sociedad civil a "superar cualquier prejuicio y buscar siempre una buena inserción en las realidades locales".