LONDRES.- Kate Middleton, la esposa del príncipe William, abandonó este jueves el hospital londinense donde estaba ingresada desde el lunes por complicaciones ligadas a su embarazo.
La duquesa Cambridge, vestida con un abrigo largo azul marino y llevando un ramo de rosas amarillas en la mano, salió del hospital privado Rey Eduardo VIII poco antes de las 11:00 horas locales (8 horas en Chile) del brazo de su esposo, y sonrió a los periodistas presentes antes de meterse en un coche oficial.
El palacio de Saint James, encargado de los asuntos del segundo en la línea de sucesión y de su esposa, señaló que ella se dirigía al Palacio de Kensington, donde la pareja tiene un apartamento, para un "periodo de descanso".
La secretaría del príncipe agregó en su comunicado que los duques de Cambridge querían "agradecer al personal del hospital por la atención y el tratamiento" que dispensaron a Kate.
La duquesa, en la etapa inicial de su embarazo, fue hospitalizada en la tarde del lunes aquejada de hiperméresis gravídica, una forma severa de náuseas y vómitos padecida por una pequeña proporción de gestantes que se acompaña de una pérdida de peso y puede conducir a una deshidratación.
La hospitalización de Kate, de 30 años, precipitó el lunes el anuncio de la próxima llegada de un futuro heredero del trono de Inglaterra, poniendo fin a largos meses de especulaciones.
Como esta afección se da a menudo en mujeres con embarazos múltiples, enseguida se desataron nuevos rumores sobre la posibilidad de que esté esperando gemelos.
En estos cuatro días de hospitalización, el parte más detallado de su estado de salud lo obtuvieron dos locutores de una radio australiana que, haciéndose pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos, consiguieron hablar el martes con una de las enfermeras que la atendía.