LISBOA.- Una mujer de 33 años, que vivía desde los diez años "completamente aislada del mundo" y en un estado "casi animal", según denunciantes del caso, fue encontrada en una zona deshabitada de la montaña en Alentejo, 200 kilómetros al sudeste de Lisboa.
La víctima de encierro vivía con sus padres ancianos y su hermana de 43 años en condiciones muy pobres, en una casa extremadamente pequeña.
Al parecer, el progenitor creía que su hija tenía deficiencias mentales, por lo que decidió aislarla para "protegerla".
Hoy la mujer come con las manos, tiene serios problemas de comunicación y fue al colegio sólo hasta los 10 años. Luego se detuvo el tiempo para ella, detallaron los especialistas que la tratan.
Los responsables del servicio social fueron advertidos de la trágica situación por el párroco del Valle de Vargo. El encierro se descubrió el 23 de noviembre, pero la directora del servicio social difundió hace pocas horas la noticia.
Helena Barreto, directora del Centro de los servicios sociales de Beja, dijo que tras dos semanas de tratamiento en un centro especializado, la víctima ha mostrado mejorías.
"Cuando la ví dije que iba a sacarla y ella con la cabeza inclinada y entre dientes me dijo: vamos, vamos", relató Barreto sobre el momento en que fueron a ayudar a la joven.
Las autoridades están trabajando para ayudar al resto de la familia y pidieron a la población que si conocen casos similares lo denuncien.
Otros casos
En medio del revuelo por la noticia, medios locales recordaron el caso de la "niña pollo" en Portugal, hallada en 1980, quien era mantenida encerrada en un gallinero por su madre.
Un caso similar ocurrió en Camboya hace cinco años. Rochom Pngieng se perdió en la selva cuando cuidaba búfalos y fue hallada 18 años más tarde: caminaba en cuatro patas, comía con las manos y emitía extraños ruidos para comunicarse.
En Chile fue descubierto el caso de Corina Lemunao, quien fue encerrada en un gallinero por su familia durante su niñez y juventud en el sector de Lonquimay. Tras vivir difíciles circunstancias durante años, recibió atención adecuada en un hogar de Padre Las Casas.
El caso, conocido como el de la "mujer gallina", tuvo un conmovedor vuelco cuando Lemunao se reencontró con su hijo, que sus familiares le arrebataron para darlo en adopción y quien desde entonces vivió en Suecia.
Corina Lemunao falleció en 2011 debido a una tuberculosis, cuando tenía 58 años de edad.