WASHINGTON.- A pesar de una disminución de las tensiones con Estados Unidos, Pakistán persiste en socavar la seguridad en Afganistán, permitiendo a los insurgentes talibanes que se refugien en su territorio, afirma un informe del Pentágono difundido este lunes.
En su evaluación semestral del desarrollo de la guerra ordenado por el Congreso, el Departamento de Defensa señaló que los 68.000 soldados estadounidenses estacionados en Afganistán y sus aliados habían logrado evitar el avance de los talibanes y limitar las víctimas civiles.
Sin embargo, los santuarios de los que gozan los insurgentes islamistas en la frontera con Pakistán, la limitada capacidad del gobierno afgano para controlarlos y la "corrupción endémica" constituyen riesgos mayores para las tropas estadounidenses, que planean retirarse de Afganistán a fines de 2014.
El informe destaca los avances producidos en las relaciones entre Washington e Islamabad, que acordó en julio abrir rutas de abastecimiento a las fuerzas occidentales en Afganistán tras negar ese acceso luego que en noviembre de 2011 soldados estadounidenses mataran a 24 efectivos paquistaníes en la zona fronteriza.
"Aun así, Pakistán continúa aceptando los santuarios de que allí disponen los talibanes", una actitud que "socava la seguridad de Afganistán y constituye una amenaza permanente para Estados Unidos, la coalición internacional y las fuerzas afganas", indica el informe del Pentágono.