SEÚL.- Corea del Norte recordó hoy con el sonido de sirenas, reverencias y una concentración de masas al "querido líder" Kim Jong-il un año después de su muerte, en una solemne ceremonia presidida por su hijo menor y sucesor, Kim Jong-un.
En una fría jornada, con temperaturas de varios grados bajo cero en la capital, Pyongyang, miles de personas, entre civiles y militares, formaron en ordenadas filas frente al recién remodelado Palacio Memorial de Kumsusan para honrar a Kim, fallecido hoy hace un año.
Las sirenas de trenes, barcos y fábricas de todo el país sonaron en toda la capital para dar paso a tres minutos de silencio en los que los ciudadanos norcoreanos guardaron respeto al "querido líder" en posición de reverencia, según emitió en directo la televisión estatal norcoreana (KCTV).
Dos retratos gigantes de Kim Jong-il y Kim Il-sung -su padre y fundador de Corea del Norte- presidían la fachada del Palacio Memorial, donde una bandera ondeaba a media asta, mientras la locutora de la televisión estatal lamentaba al borde del llanto la pérdida hace un año del ex dirigente entre elogios a su figura.
Las imágenes mostraron a Kim Jong-un, hijo menor y sucesor de Kim Jong-il, vestido de riguroso luto en un lugar preferente del palco durante el servicio memorial mientras pronunciaba su discurso Choe Ryong-hae, director del Buró Político del Ejército Popular de Corea del Norte y muy cercano al líder.
En su intervención, Choe elogió con orgullo el lanzamiento norcoreano de un cohete de largo alcance que hace cinco días puso en órbita con éxito un satélite espacial, logro que consideró una demostración de poder del Estado comunista ante el mundo.
Corea del Norte se convirtió el pasado miércoles en el undécimo país en lograr esta hazaña, que sin embargo le ha reportado una fuerte condena internacional al ser considerada ampliamente en el exterior un ensayo de misiles.
El día de hoy comenzó en Pyongyang con la ceremonia de reapertura del Palacio Memorial de Kumsusan, que el año pasado acogió las largas exequias tras la muerte del dictador y donde están embalsamados tanto el cuerpo del "presidente eterno" Kim Il-sung como el del propio Kim Jong-il.
Acompañado de altos cargos del régimen y su esposa, Ri Sol-ju, todos vestidos de luto, el joven líder Kim Jong-un, cuya edad se estima entre 28 y 29 años, encabezó este primer acto, en el que los presentes ofrecieron con reverencias sus respetos al fallecido.
Las imágenes de la KCTV mostraron a la esposa del líder norcoreano ataviada con un holgado vestido negro que parecía disimular un embarazo en fase avanzada, hipótesis que en los últimos meses ha generado ríos de tinta en los medios de comunicación extranjeros.
También destacó la presencia, junto con las autoridades del rigurosamente jerárquico régimen norcoreano, de un grupo que la televisión estatal identificó como una comitiva de científicos que participaron en el exitoso lanzamiento del cohete la semana pasada.
Los actos del primer aniversario de la muerte de Kim Jong-il comenzaron ayer, en la víspera, con una gran ceremonia en el Estadio de Pyongyang a la que asistieron Kim Jong-un y las élites del régimen, además de ofrendas florales a las estatuas de los líderes y la presentación de un documental sobre la vida del "querido líder".
Kim Jong-il, que gobernó durante 17 años Corea del Norte, país caracterizado por el extremo culto a la personalidad de sus líderes, falleció hace un año mientras viajaba en tren de regreso a Pyongyang tras una de sus visitas de trabajo por el país, según la versión oficial del régimen.
Su hijo menor, Kim Jong-un, tomó el relevo y en pocos meses se consolidó como "líder supremo" del país tras ganarse el apoyo del Partido de los Trabajadores y el Ejército, puntales del régimen, y desde entonces ha dado continuidad a las políticas de prioridad militar o "Songun" aplicadas por su padre.