Muchas personas en EE.UU. se han manifestado en contra de la NRA a raíz de la masacre ocurrida en Newtown el pasado viernes.
AFPWASHINGTON.- La Asociación Nacional del Rifle (NRA en inglés) mantiene el silencio más absoluto desde el día en que se cometió el tiroteo de Newtown, el pasado viernes, un tiempo durante el cual ha suspendido la actividad de sus páginas en Internet y en el que sus miembros han declinado pronunciarse sobre lo sucedido.
Así, la mayor y más poderosa organización de EE.UU. que defiende el derecho a poseer y llevar armas no ha actualizado su página web desde el pasado viernes, no ha lanzado ningún mensaje a través de Twitter y su cuenta en Facebook permanece cerrada desde el fin de semana.
"Hasta que no se esclarezcan los hechos, no haremos ningún comentario", son las únicas declaraciones que la cadena CNN logró obtener del portavoz de la NRA, Andrew Arulanandam.
Con más de cuatro millones de miembros, la NRA actúa tradicionalmente como grupo de presión ante las cámaras legislativas, tanto estatales como federales, para impedir que prospere cualquier tipo de restricción al derecho reconocido por la segunda enmienda a la Constitución de EE.UU.
Uno de los signos más llamativos del silencio que mantiene la NRA desde el viernes es el cierre de su cuenta en la red social Facebook, de la que sólo un día antes de la matanza la propia organización se jactaba de que había reunido 1,7 millones de comentarios "Me gusta" por parte de los usuarios.
Por su parte, la actividad en en sitio web oficial de la NRA y en su cuenta de Twitter permanece totalmente suspendida desde el trágico tiroteo que el pasado viernes acabó con la vida de 28 personas, 20 de ellas niños de corta edad, en la localidad de Newtown (Connecticut).
El último mensaje en Twitter corresponde al 14 de diciembre, el mismo día en que se produjo el suceso, y, desde entonces, no ha habido ni un sólo mensaje nuevo, cuando la dinámica anterior era de entre dos y cuatro actualizaciones diarias.
Tras la matanza de Newtown, el debate sobre una hipotética modificación del derecho a poseer y portar armas se ha reabierto en EE.UU., en un momento en que, según una encuesta divulgada ayer, más de la mitad de los estadounidenses apoya mayores restricciones sobre la venta de armas.