''Call of duty'', uno de los juegos cuestionados en Estados Unidos.
EFELOS ANGELES.- La multimillonaria industria de los videojuegos en Estados Unidos está bajo escrutinio, después de que Hollywood cancelara o retrasara una serie de películas y programas de televisión con contenido violento tras el tiroteo en una escuela primaria de Connecticut.
En Washington, el senador John Rockefeller pidió un estudio nacional sobre el impacto de los videojuegos violentos en los niños y una revisión del sistema de calificación de edades.
Aunque los investigadores en Newtown no han dado motivos sobre el tiroteo del viernes, algunos medios estadounidenses han informado que el autor, de 20 años, jugaba en el sótano de su casa al popular videojuego "Call of Duty", en el que los jugadores simulan misiones de guerra.
"Las corporaciones importantes, incluida la industria de los videojuegos, ganan miles de millones en marketing y en la venta de contenidos violentos para los niños. Tienen la responsabilidad de proteger a nuestros niños", dijo Rockefeller en un comunicado.
La Entertainment Software Association, que representa a la industria de los videojuegos que tiene un valor de 78.000 millones de dólares, ofreció el miércoles sus "sinceras condolencias y plegarias" a las familias de Newtown.
Pero dijo en un comunicado que "la búsqueda de soluciones significativas debe considerar el amplio rango de factores existentes que podrían haber contribuido a esta tragedia".
"Cualquier estudio de este tipo necesita incluir los años de extensa investigación que han mostrado que no hay conexión entre el entretenimiento y la violencia en la vida real", dijo la asociación.
Entre los juegos cuestionados, figuran "Call of Duty" y "Halo", con ganancias millonarias desde su lanzamiento. En el caso de la primera,o btuvo 1.000 millones de dólares en sólo dos semanas, mientras que la segunda, en su día de lanzamiento, recaudó 220 millones de la divisa norteamericana.