BRASILIA.- La Policía Caminera de Brasil comenzó a aplicar en las carreteras hacia los principales centros turísticos la nueva Ley Seca, promulgada el viernes por la presidenta Dilma Rousseff, que duplicó el monto de las multas a los automovilistas embriagados y permite su detención si se rehusan a realizar el control de alcoholemia.
Más de 500 policías con 100 vehículos comenzaron a recorrer la autopista Dutra que une Sao Paulo con Rio de Janeiro, uno de los más transitados ejes viales del país, lanzó el Operativo Año Nuevo que se prolongará desde las víspera de la Navidad hasta el 2 de enero.
La Policía Militarizada paulista comenzó a aplicar la Ley Seca en la noche del viernes y uno de los primeros multados fue el empresario Onivaldo Ramos, que transitaba alcoholizado por la zona de Sur de Sao Paulo, la mayor ciudad del país y donde, según las autoridades, unos 2 millones de vehículos viajaron hacia el litoral este fin de semana.
El Diario Oficial de la Unión publicó el viernes la flamante norma, aprobada el martes en el Congreso, en la que las multas por dirigir en estado de embriaguez saltaron del equivalente de US $475 a us $975.
La antigua ley establecía que el conductor sólo podía ser sancionado cuando se detectaba alcohol en su sangre a través de la alcoholemia, pero a partir de ahora si este se niega al examen la policía puede multarlo si observa que "su capacidad psicomotriz está alterada".
El Ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, comunicó que el Gobierno dará prioridad a la "pronta sanción" de una Ley Seca "más firme" con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito especialmente en las fiestas de fin de año y durante el carnaval (ANSA).