Los signos vitales de la mujer se están deteriorando, y sufre de insuficiencia orgánica grave, asegura el doctor Kelvin Loh, director ejecutivo de Mount Elizabeth Hospital de Singapur, un centro especializado en trasplantes, donde la mujer fue trasladada ante las graves heridas que presentaba.
"Su salud está dando un giro hacia lo peor. Sus parámetros médicos están deteriorándose con señales de grave crisis en sus órganos", dijo el galeno en su parte de este viernes.
Las autoridades han mantenido en riguroso secreto el nombre de la víctima de violación, pero los manifestantes le llaman Damini, que significa "relámpago" en la lengua local.
Sus lesiones fueron tan graves que pasó días en terapia intensiva, luchando por su vida, después del ataque del 16 de diciembre. Pero ahora ha comenzado a deteriorarse rápidamente.
En un encuentro hoy con los periodistas, el ministro de Relaciones Exteriores, Salman Khurshid, reveló que los médicos que atendieron inicialmente a la muchacha en el hospital de Safdarjung le dijeron que nunca vieron un cuerpo tan atrozmente castigado.
El caso atroz ha tomado un matiz político. Sonia Gandhi, presidente del partito del Congreso, clamó por "una rápida acción de la justicia".
El salvaje ataque a la joven ocasionó múltiples protestas masivas en toda la India, en las que se reclamaba que se pusiera la pena de muerte para los delitos de violación.
La policía intentó controlar a los manifestantes con agua a presión, y el premier indio, Manmohan Singh, tuvo que llamar a la calma, por la escalada de tensión.
El gobierno estudia la posibilidad de elevar las penas a los condenados por delitos sexuales y promete también la creación de un banco de datos, donde se incorporen detalles y precisiones de los condenadas por violaciones o estupros.
Gandhi, en tanto, ha sido dura con la policía y criticó su "impericia" en el accionar de ese tipo de crímenes.
Los casos de violación han aumentado drásticamente en los últimos 40 años -de 2.487 en 1971 a 24.206 en 2011, según cifras oficiales. Nueva Delhi reportó 572 violaciones el año pasado y más de 600 en 2012.