El Papa Benedicto XVI presidió el Te Deum de acción de gracias en la basílica de San Pedro.
EFEROMA.- El Papa Benedicto XVI dijo hoy que "pese a todo, aún existe el bien en el mundo", aunque a veces " es difícil reconocer esta profunda verdad, ya que el mal hace más ruido que el bien".
El Pontífice presidió la tradicional misa de acción de gracias en Año Nuevo realizada en la Basílica de San Pedro de Roma.
"(Un) asesinato brutal, la violencia generalizada y las graves injusticias están en las noticias. En cambio, los actos de amor y de servicio, los esfuerzos diarios soportados con fe y paciencia muchas veces permanecen en la sombra y no emergen", añadió Benedicto XVI.
Por ello, "si queremos entender el mundo y la vida, debemos ser capaces de permanecer en silencio y en meditación, en la reflexión silenciosa y prolongada, debemos saber pararnos y pensar", declaró.
Difundir la fe entre jóvenes
Tras el canto de los salmos, Benedicto XVI dirigió su alocución ante cardenales, obispos y autoridades civiles y religiosas.
Como Obispo de Roma, el Papa aludió a la necesidad de difundir la fe entre los jóvenes en una ciudad, donde se registra un "creciente número de creyentes de otras religiones, las parroquias tienen dificultad para atraer a los jóvenes y se difunden de estilos de vida marcados por el individualismo y el relativismo moral".
"También Roma es una ciudad donde la fe cristiana debe ser anunciada siempre de nuevo y hay que dar testimonio de una manera creíble", afirmó.
En el último día del año, el Pontífice recordó que "el cristiano es un hombre de esperanza, sobre todo en las tinieblas que a menudo hay en el mundo y que no dependen del plan de Dios sino de las decisiones equivocadas del hombre, porque sabe que el poder de la fe mueve montañas".