El Papa Benedicto XVI.
EFEROMA.- El Papa Benedicto XVI afirmó este domingo que "el valor de contradecir las orientaciones dominantes es hoy especialmente acuciante para un obispo. Él ha de ser valeroso" y que ante el "agnosticismo imperante" debe "enfrentarse a los criterios" de sus opiniones, "a los que no nos sometemos".
El Papa presidió la misa de Epifanía en la que también ordenó obispos a cuatro monseñores, entre ellos, a su secretario particular y prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein.
Benedicto XVI, ataviado con la capa, mitra y báculo dorados, fue trasladado en una plataforma móvil empujada por dos asistentes hasta el altar mayor donde ofició la ceremonia, a la que asistieron las principales autoridades de Italia, entre ellas, el primer ministro saliente, Mario Monti con su mujer, Elsa.
El Papa Raztinger siguió la tradición iniciada por el beato papa Juan Pablo II, de la ordenación episcopal de cuatro sacerdotes en el día de la fiesta de la Epifanía.
En la homilía aseveró que "el agnosticismo ampliamente imperante hoy tiene sus dogmas y es extremadamente intolerante frente a todo lo que lo pone en tela de juicio y cuestiona sus criterios".
Insistió que, ante ello, el obispo ha de ser valeroso. Y ese valor o fortaleza "no consiste en golpear con violencia, en la agresividad, sino en el dejarse golpear y enfrentarse a los criterios de las opiniones dominantes".
La aprobación de las opiniones dominantes -dijo-, no es el criterio al que nos sometemos. El criterio es él mismo: el Señor. "Si defendemos su causa, conquistaremos siempre, gracias a Dios, personas para el camino del Evangelio", mantuvo.
Benedicto XVI advirtió de que "seremos también inevitablemente golpeados por aquellos que, con su vida, están en contraste con el Evangelio, y entonces daremos gracias por ser juzgados dignos de participar en la Pasión de Cristo".