BEIJING.- Tres directores de escuelas de primaria y secundaria en la localidad de Wuchuan (sur de China) fueron cesados de sus cargos tras forzar a los alumnos y a sus familias a comprar sus propias sillas y mesas en las aulas.
Tras denunciarse el caso en los medios y redes sociales, donde causó gran polémica, el gobierno de la ciudad de Zhanjiang, responsable de la administración de Wuchuan, investigó el caso y encontró negligencias por parte el departamento de educación de la localidad, por lo que ordenó las tres destituciones, informó hoy el diario oficialista "Global Times".
También ordenó equipar a las escuelas de escritorios y taburetes e indicó que seguirán las investigaciones contra los directores expulsados y otros funcionarios implicados.
Los alumnos de 13 escuelas de Wuchuan tuvieron que comprar sus propias mesas y sillas para asistir a clase, algunos de ellos durante años, ya que los colegios alegaban no tener dinero para hacerlo.
Pese a la polémica, el experto del Instituto Nacional de Ciencias Educacionales Chu Zhaohui declaró al diario que es muy común que las familias rurales chinas compren sillas y mesas para las aulas, a pesar que en 2007 una ordenanza del Gobierno central exoneraba de todo gasto en enseñanza a las escuelas rurales.
En 1993, el Gobierno chino destinaba a educación el equivalente al 4%, y en 2011 el porcentaje aún fue menor, del 3,93%.
En diciembre de 2011 se denunció que niños de la aldea de Duan, en la región autónoma meridional de Guangxi, se veían obligados a sentarse a estudiar sobre un ataúd, debido a la precariedad de su escuela.