CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI instó el lunes a la comunidad internacional a terminar con lo que llamó una matanza sin fin en Siria, antes de que todo el país se convierta en "un campo de ruinas".
Benedicto XVI hizo el pedido en términos particularmente fuertes durante una declaración anual sobre el "estado del mundo" ante diplomáticos acreditados en el Vaticano.
El máximo líder de la Iglesia Católica dijo que Siria, donde Naciones Unidas estima que 60.000 personas han muerto producto del conflicto, se está "desgarrando por una matanza sin fin y (es) escenario de un sufrimiento espantoso entre su población civil".
El Pontífice llamó a poner "fin a un conflicto en el que sabemos que si continúa no habrá vencedores sino sólo vencidos, dejando nada más que un campo de ruinas".
El Papa pidió a los diplomáticos de casi 180 países y a organizaciones del mundo que impulsen a sus gobiernos a hacer todo lo posible para enfrentar "esta grave situación humanitaria".
"Las autoridades civiles y políticas, antes que todos los demás, tienen una gran responsabilidad de trabajar por la paz", señaló el líder religioso a los enviados reunidos en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano.
"Son los primeros llamados a resolver los numerosos conflictos que causan derramamiento de sangre en nuestra familia humana, comenzando con esa privilegiada región en el plan de Dios, (que es) Oriente Medio", agregó en declaraciones pronunciadas en francés.
El Papa se pronunció un día después de que el Presidente sirio, Bashar al-Assad, rechazara las conversaciones de paz con sus enemigos, en un desafiante discurso que sus opositores calificaron como una renovada declaración de guerra.