SAO PAULO.- La fiscalía brasileña abrirá una investigación contra el ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, por su presunta participación en un esquema de compra de votos por el que ya fueron procesados varios colaboradores cercanos.
El diario "O Estado de S. Paulo" publicó este miércoles que el fiscal general Roberto Gurgel decidió investigar las acusaciones formuladas por el empresario Marcos Valerio, condenado a 40 años de cárcel por corrupción, que asegura que Lula no sólo sabía de la compra de votos sino que también recibió dinero ilegal.
Lula, un político inmensamente popular en Brasil y el resto de América Latina que gobernó entre el 2003 y 2010, es el mentor político de la actual presidenta, Dilma Rousseff.
Aunque Rousseff no fue impactada hasta ahora por el escándalo político, eso podría cambiar si se demostrara que Lula estuvo involucrado de forma directa.
"O Estado de S. Paulo", que no citó fuentes, dijo que el caso se basaría en las acusaciones de Valerio, sentenciado por canalizar dinero público a políticos durante los primeros años del gobierno de Lula.
El escándalo de compra de votos estalló en el 2005 y casi hundió al gobierno de Lula. El juicio se desarrolló el año pasado y fue el mayor caso de corrupción política de la historia de Brasil.
Tres líderes del Partido de los Trabajadores de Lula, incluyendo su ex jefe de gabinete José Dirceu, fueron sentenciados en noviembre a más de 10 años de prisión por manejar el esquema, en el que legisladores recibían pagos mensuales por votar las propuesta del Gobierno de minoría.
El caso, llevado ante la Corte Suprema, cautivó a Brasil y mejoró la imagen de la justicia en un país acostumbrado a la corrupción.
Pese a las acusaciones, Lula no fue acusado. El ex Presidente negó repetidamente que conocer del esquema de compra de votos y sugirió que nunca existió.
Lula presidió Brasil durante un período de robusto crecimiento económico y sus programas sociales ayudaron a sacar a unos 30 millones de personas de la pobreza.
Aunque continúa siendo el político más popular de Brasil, el procesamiento de sus ex asesores opaca su legado.
Valerio sostuvo que Lula autorizó préstamos de bancos estatales al Partido de los Trabajadores, que proveyó los fondos para sobornar a los políticos.
La oficina de Gurgel en Brasilia declinó comentar inmediatamente el reporte de "O Estado de S. Paulo". La fundación Lula en Sao Paulo dijo al diario que el ex presidente estaba de viaje y no comentaría sobre las decisiones de un fiscal.