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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:36
LIMA.- El gobierno del Perú se encuentra a la espera de que Interpol brinde información para iniciar la extradición del ministro del Exterior durante el "autogolpe" de Estado de Alberto Fujimori en 1992, Augusto Blacker Miller, presuntamente capturado en Albania, informó hoy el procurador anticorrupción Julio Arbizú.
Arbizú dijo que la Interpol ha confirmado la captura del ex canciller en Tirana, aunque se desconoce si ha sido puesto en libertad. El procurador manifestó que la información oficial se la otorgará Interpol una vez que reúna todas las declaraciones.
"Si es que nos enteramos que (Blacker Miller) no está detenido y ha sido puesto en libertad y no hay ninguna expulsión pendiente a los Estados Unidos, se activará de inmediato el procedimiento de extradición", sostuvo Arbizú para la agencia estatal de noticias Andina.
El viernes el mismo Arbizú dio a conocer que Miller, quien violó la orden judicial de no abandonar Estados Unidos mientras se resuelve el pedido de extradición formulado por el Perú, fue capturado en la capital albanesa.
El procurador señaló que Albania debía expulsar a Miller rumbo a Estados Unidos para que se inicie el proceso de extradición. Arbizú aclaró que el Perú no tiene un acuerdo de extradición con Albania, pero que en estos casos se tendría que hacer el pedido bajo el "principio de reciprocidad".
El ex ministro, de 67 años, fue uno de los principales portavoces del "autogolpe", aunque meses después salió del gobierno por disputas internas. Caído el régimen en 2000 pasó a la clandestinidad, pero en 2009 fue ubicado en Estados Unidos, donde incluso pasó algunos días en la cárcel.
Si procede la extradición, Miller tendrá que enfrentar cargos por el golpe de Estado, al igual que todos los ministros que acompañaron a Fujimori, quien cumple desde 2007 una condena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad. El ex canciller podría recibir hasta 10 años de prisión efectiva.
El 5 de abril de 1992, Fujimori, elegido democráticamente en 1990, disolvió el Congreso e intervino el Poder Judicial y los organismos autónomos con el apoyo de las Fuerzas Armadas hasta la elección siete meses después de un Congreso Constituyente que fue dominado por el oficialismo y le dio luz verde a un régimen autoritario hasta 2000.
