VIENA.- La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) aseguró hoy que persisten las "diferencias" con Irán sobre su programa nuclear, al valorar el resultado de una misión de dos días en Teherán sobre la existencia de posibles actividades militares no declaradas.
"Tuvimos intensas discusiones y las diferencias permanecen", declaró hoy en el aeropuerto de Viena Herman Nackaerts, el inspector jefe de Desarme del AIEA.
Nackaerts confirmó que los inspectores nucleares de la ONU volverán a reunirse el próximo 12 de febrero en Teherán con los responsables iraníes para tratar los asuntos pendientes.
El jefe de la misión declaró que no se les permitió acceder a la base militar de Parchín, en el sureste de Teherán, uno de los objetivos del AIEA desde hace más de un año.
El AIEA sospecha que en esta base militar se han llevado a cabo pruebas nucleares con fines militares.
Además, la agencia nuclear de la ONU ha mostrado en varias ocasiones su preocupación de que Teherán esté eliminado pruebas de que en Parchín se llevaron a cabo experimentos nucleares y que, si finalmente se permite una inspección, sea ya tarde para establecer si se llevaron a cabo o no actividades prohibidas.
Irán está obligado a permitir que se visiten sus instalaciones nucleares, pero puede impedir el acceso de los inspectores a bases militares que las autoridades de Teherán consideren que no están relacionadas con la energía atómica.
El AIEA mantiene que siguen existiendo dudas que le impiden afirmar que todo el material y los experimentos nucleares iraníes tengan propósitos puramente civiles y pacíficos.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha sometido a Irán a cuatro tandas de sanciones diplomáticas y económicas por no suspender su programa de enriquecimiento de uranio.
Irán niega cualquier finalidad militar de su programa nuclear y asegura que su único objetivo es la generación de energía.