ARGEL.- Tras el violento asalto perpetuado por el ejército argelino para liberar a los rehenes de un comando islamista en una planta de gas del Sahara, aún siguen desaparecidos numerosos extranjeros y todavía no se conoce con exactitud la cifra de muertos que habría dejado el ataque.
El portal mauritano ANI, usado frecuentemente como canal por grupos islamistas, aseguró que siete extranjeros -tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico- seguirían en manos del comando, vinculado a la red Al Qaeda.
Sin embargo, una fuente de seguridad argelina indicó que los extranjeros aún en manos del comando serían diez.
Según esa fuente, citada por la agencia oficial argelina APS, "además de 18 terroristas abatidos, 12 empleados argelinos y extranjeros murieron" en la operación lanzada el jueves por las fuerzas especiales en el campo gasífero de Tiguentourine, cerca de In Amenas, a 1.300 km al sudeste de Argel.
Un informe previo de APS señalaba que el
operativo permitió liberar a 573 rehenes argelinos y unos 100 extranjeros, con lo que sumarían 30 extranjeros desaparecidos.
En la planta, trabajaban centenares de argelinos, así como personal estadounidense, británico, japonés, noruego, filipino y un irlandés.
Los islamistas volaron una parte de la planta para rechazar el ataque y condujeron a sus cautivos en otro sector, según ANI.
Unas horas antes el portal había indicado que el grupo, denominado "Los que firman con la sangre", propuso
cambiar a sus rehenes por dos detenidos en Estados Unidos bajo cargos de terrorismo. Además, exigió a Francia negociar el fin de la operación militar que lanzó este mes contra los islamistas que a mediados de 2012 conquistaron el norte de Malí.
Algunos extranjeros que consiguieron huir contaron que los yihadistas habían puesto
collares de explosivos a los rehenes.
Reacciones en occidente
Varias capitales occidentales se mostraron críticas ante el operativo de rescate, por considerar que las autoridades argelinas procedieron con cierto apresuramiento, riesgoso para los rehenes.
Un alto funcionario estadounidense sostuvo que Washington "instó enérgicamente" a las autoridades argelinas a considerar la seguridad de los rehenes como su primera prioridad.
El ministro de Relaciones Exteriores japonés convocó al embajador argelino para pedirle una explicación sobre los hechos.
El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, instó a una lucha sin cuartel contra los "terroristas" de las regiones del Sahel y del Sahara.
"Los terroristas deben estar avisados de que no hallarán santuario ni refugio. Ni en Argelia, ni en el norte de África ni en ningún otro lugar", declaró Panetta en un discurso en el King's College, una prestigiosa universidad londinense.
El ex jefe de la CIA precisó que el gobierno de Barack Obama trabaja "día y noche" para asegurar el "retorno seguro" de los estadounidenses retenidos junto con decenas de británicos, japoneses, franceses, noruegos y argelinos.
Las autoridades argelinas habían señalado de entrada que rechazaba cualquier negociación con "terroristas".