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Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
Mojtar Belmojtar, sindicado como el líder del grupo ligado a Al Qaeda que emprendió el secuestro masivo en Argelia.
EFENUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad las Naciones Unidas (ONU) condenó enérgicamente los "actos atroces" enmarcados en el ataque y toma de rehenes en un complejo de gas argelino cometido por militantes vinculados a la red islamista Al Qaeda.
"El Consejo de Seguridad condenó en los términos más enérgicos el ataque terrorista en In Amenas, Argelia", dijo un comunicado acordado por el grupo de 15 miembros.
Este viernes aún no existía completa claridad sobre el destino de varios de los secuestrados por los milicianos islamistas supuestamente liderados por el jefe guerrillero Mojtar Belmojtar.
Hasta el viernes, los datos entregados por autoridades argelinas consignaban que al menos 12 rehenes y 18 secuestradores murieron en el asalto organizado por las fuerzas de seguridad argelinas en el complejo del desierto del Sahara.
Entre siete y 10 rehenes seguían retenidos por los yihadistas, según los últimos antecedentes.
Protección de rehenes
El Consejo de Seguridad también expresó su "profundo pesar y sinceras condolencias a las víctimas de estos actos atroces y sus familias y a los pueblos y gobiernos de Argelia y los países cuyos ciudadanos han sido afectados".
Al mismo tiempo, subrayó la necesidad de llevar "a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos reprobables actos de terrorismo ante la justicia".
En es sentido se instó a todos los países a "cooperar activamente con las autoridades argelinas", en consonancia con el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad.
La declaración también añade una frase en la que sostiene que los países deben asegurarse de que "las medidas adoptadas para luchar contra el terrorismo cumplan todas las obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional, en particular las normas internacionales relativas a los derechos humanos y de los refugiados."
La afirmación está en línea con los planteamientos de países de los que son originarios los rehenes, como Japón y Estados Unidos, cuyos gobiernos mostraron preocupación por los rehenes que aún permanecerían en poder de los yihadistas e instaron a las autoridades a velar por la seguridad de los secuestrados.
