BAMAKO.- Los principales jefes de Estado y de gobierno de África Occidental estaban reunidos este sábado en Abiyán para acelerar el despliegue de una fuerza internacional en Mali, donde el ejército de este país se prepara para entrar en la ciudad de Diabali (noroeste) después de la huida de islamistas, según un coronel maliense.
Esta cumbre extraordinaria comenzó poco antes de las 11 de la mañana, (hora local) en presencia, entre otros, del jefe de Estado marfileño y presidente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), Alassane Ouattara, así como del presidente maliense interino Dioncounda Traoré. El presidente chadiano Idris Deby, cuyo país no forma parte de la CEDEAO, pero que prometió enviar tropas, y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, también están presentes.
"Es el momento de un compromiso más amplio de las grandes potencias y de un mayor número de Estados y de organizaciones en las operaciones militares para que una solidaridad mayor se cree alrededor de Francia y de África en la guerra total y multiforme contra el terrorismo en Mali", declaró el presidente marfileño este sábado.
Por su parte, el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, declaró en una entrevista al diario francés Le Parisien que la crisis maliense conlleva un riesgo de desestabilización en el "conjunto de los países del Sahel", asegurando que las fuerzas nigerinas "están listas" para intervenir en el país vecino.
Los participantes de la cumbre quieren acelerar el despliegue de la Misión Internacional de Apoyo a Mali (MISMA), que tiene el mandato de la ONU de ayudar a las autoridades malienses a retomar el control del norte del país, ocupado por grupos armados islamistas desde hace más de nueve meses.
"La guerra que se nos impone por el rechazo de los movimientos criminales y terroristas a las ofertas de paz proporcionadas por los esfuerzos de mediación de la CEDEAO exige que aceleremos el despliegue de la MISMA", subrayó el presidente de la Comisión de la CEDEAO, Désiré Kadré Ouédraogo.
Unos 2.000 miembros de la MISMA, dirigida por el general nigeriano Shehu Abdulkadir, serán desplegados en Mali antes del 26 de enero. Un centenar de soldados togoleses y nigerianos ya llegaron a Bamako y treinta benineses están en camino.
Ocho países de África Occidental (Nigeria, Togo, Benín, Senegal, Níger, Guinea, Ghana y Burkina Faso) y Chad anunciaron su contribución a la MISMA. En total, unos 5.800 soldados del continente africano serán desplegados en Malí para tomar el relevo del ejército francés. En este sentido, Laurent Fabius declaró que las tropas africanas deben desplegarse en Malí "lo más rápido posible".
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian indicó este sábado que hay "actualmente 2.000 militares franceses sobre el terreno en Mali", en el marco de la operación Serval. París afirmó el viernes que 2.500 militares se desplegarían en Mali. "El ejército maliense, preparado para entrar en Diabali.
En el terreno, el coronel maliense encargado de la región militar del oeste de Mali, de la que depende la localidad de Diabali tomada el lunes por islamistas armados, afirmó este sábado que habían "huido" de la ciudad y que el ejército maliense se preparaba para hacer su entrada.
"El enemigo huyó, nos disponemos a entrar en Diabali. Esperamos las órdenes", declaró el coronel Kaba Sangaré a la AFP en la ciudad de Niono, situada a 40 km al sur de Diabali. El prefecto de la región, Seydou Traoré, también interrogado en la ciudad de Niono, afirmó que los islamistas de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) huyeron de Diabali.
"Se fueron precipitadamente de Diabali en la noche del miércoles al jueves, hacia el oeste, pero no nos fiamos porque son guerreros", dijo. Estas declaraciones confirman las de varios habitantes y la de una fuente de seguridad regional que afirmaron que la ciudad estaba de nuevo bajo control maliense, pero el ministerio francés de Defensa dio a entender que la localidad no había sido retomada.
Mientras, en Argelia, ya han transcurrido más de 72 horas desde el ataque de un comando islamista a una planta de gas del Sáhara, donde los secuestradores siguen reteniendo a decenas de rehenes argelinos y extranjeros y permanecen rodeados por las fuerzas especiales, indicó este sábado una fuente de seguridad.