JERUSALÉN.- Los israelíes acudieron a votar este martes con la mente puesta en los problemas económicos, el proceso de paz estancado en el Medio Oriente y el programa nuclear de Irán, en unas elecciones que podrían mantener en el cargo al Primer Ministro Benjamin Netanyahu con un gobierno incluso más radical.
Los comicios tienen lugar en un momento complicado para Israel, mientras las conversaciones con los palestinos se rezagaron con frecuencia ante los conflictos sociales durante los tres meses de la campaña política.
Sin embargo, numerosos electores dijeron que votarían por un tercer mandato de Netanyahu debido a que no veían una alternativa viable. De acuerdo a los sondeos, los partidos extremistas y religiosos que han sido sus aliados tradicionales formaran el eje de su próximo gobierno de coalición.
La pregunta clave es si Netanyahu podrá granjearse a los partidos centristas con posiciones más moderadas sobre el proceso de paz en su coalición gobernante, y si tendrían alguna influencia en sus políticas.
La postura intransigente de Netanyahu sobre las concesiones a los palestinos colocó a Israel en un conflicto con la comunidad internacional que aumentó su aislamiento diplomático.
Una economía en declive y un déficit presupuestal galopante conllevan dolorosos recortes al gasto gubernamental al tiempo que había posibles incrementos de impuestos para un electorado ya agobiado por un elevado costo de vida.
En perspectiva yace la posibilidad de que Israel ataque a Irán por su presunto programa nuclear, en una decisión que probablemente genere una dura respuesta de Teherán y otros países en las fronteras norte y sur de Israel.
Netanyahu, de 63, llegó sonriente a una mesa de votación en Jerusalén con su esposa, Sara, y dos hijos, quienes votarían por primera vez. Luego de sufragar en ese centro en medio de un riguroso sistema de seguridad, el primer ministro dijo a los periodistas que un aluvión de votos a su favor "es bueno para Israel".
Todas las encuestas muestran que el Partido Likud, de Netanyahu, en alianza con el más radical partido Israel Beitenu, ganaría más de una cuarta parte de los escaños, y que junto con otros partidos derechistas y religiosos lograría al menos una mayoría limitada.
En total, 32 partidos compiten por las 120 curules del parlamento israelí. En términos históricos, Israel ha tenido gobiernos multipartidistas debido a que ningún partido ha ganado una mayoría absoluta de 61 curules en los 64 años de la historia nacional.
Los centros de votación cerrarán a las 22 horas (17:00 horas en Chile), y los resultados preliminares serían anunciados unas dos horas después.