TOKIO.- Un pesquero con activistas taiwaneses que se dirigía a las conflictivas islas Senkaku dio hoy marcha atrás después de que el servicio japonés de Guardacostas lo interceptara con cañones de agua antes de entrar en la zona en disputa.
El barco, custodiado por cuatro patrulleras también taiwanesas, ignoró los avisos verbales de los guardacostas nipones cuando se encontraba en el área contigua a las aguas territoriales de las islas, cuya soberanía se disputan Japón -que las administra de facto-, China y Taiwán, informó la agencia local "Kyodo".
Los barcos japoneses dispararon entonces cañones de agua contra el barco de los activistas, que poco después dio la vuelta y se alejó de la zona junto con las patrulleras, la agencia.
La tripulación del pesquero, formada por cuatro activistas taiwaneses y un cámara de la televisión de Hong Kong Phoenix TV, planeaba colocar una estatua de Matsu, la diosa del mar china considerada la protectora de pescadores y navegantes, en uno de los islotes, conocidos en Taiwán como Diaoyutai o Tiaoyutai.
Huan Hsi-lin, uno de los activistas a bordo del pesquero taiwanés "Familia Feliz", aseguró que el objetivo de la misión era "declarar la reivindicación de la soberanía de Taiwán" sobre el pequeño archipiélago, situado en el Mar de China Oriental.
Con la llegada de los barcos se temía que las patrulleras taiwanesas pudieran enzarzarse con los guardacostas nipones tal y como sucedió en septiembre, cuando ambos intercambiaron disparos con cañones de agua en la zona en disputa.
Mientras, la oficina de representación nipona en Taiwán expresó su preocupación por las repercusiones negativas que la acción del pesquero puede tener en los planes de entablar conversaciones sobre la pesca de barcos taiwaneses en aguas de las Senkaku.
En agosto, para intentar suavizar la tensión en torno al archipiélago, el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, anunció una iniciativa para "solventar las disputas y promover la exploración conjunta de los recursos de las islas", lo que implicaría permisos de pesca.
Las deshabitadas Senkaku, a unos 150 kilómetros al noreste de Taiwán y 200 al oeste del archipiélago nipón de Okinawa, tienen una superficie de unos siete kilómetros cuadrados y se cree cuenta con importantes recursos marinos y energéticos.
La decisión del Gobierno nipón de comprar el pasado septiembre el terreno de varias de las islas, conocidas como Diaoyu por Beijing, de manos de su propietario privado provocó manifestaciones en varias ciudades chinas y acrecentó el sentimiento antijaponés en ese país.