WASHINGTON.- A raíz de la masacre en una escuela primaria en Connecticut en diciembre pasado miles de estadounidenses se congregadon hoy en la zona céntrica de la capital estadounidense para pedir a sus autoridades la renovación de una ley federal que caducó en 2004 y que prohíbe la venta de armas de asalto.
La "Marcha en Washington para el control de armas", convocada hace algunas semanas en Facebook, congregó a activistas y familiares de víctimas de la violencia a causa de las armas en todo Estados Unidos .
Activistas defensores de los derechos de los niños, sobrevivientes de actos de violencia, así como líderes del Congreso participaron en la iniciativa. Entre los asistentes figuraron algunos de los familiares de los 20 niños y seis adultos masacrados en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown (Connecticut) el pasado 14 de diciembre.
Los manifestantes también pidieron que se prohíbiera la venta de cargadores de alta capacidad y se pusiera en marcha un sistema de revisión de antecedentes criminales para restringir el acceso a las armas, tal como lo estipula un proyecto de ley presentado hace dos días por la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein.
Mientras tanto, un reducido grupo de activistas defensores de las armas se congregó en las cercanías del Capitolio para para exigir el respeto a la Segunda Enmienda de la Constitución de EE.UU., que consagra el derecho a la tenencia de armas.
El miércoles 29, el Comité Judicial del Senado realizará una audiencia sobre la violencia derivada de las armas de fuego, que contará con la participación de activistas a favor y en contra del control de armas.