BRASILIA.- Gobiernos de varios países de América y Europa solidarizaron hoy con Brasil por la tragedia ocurrida en una discoteca de Río Grande do Sul en la que murieron al menos 233 personas.
El mortal incendio, el peor de su tipo en esa nación en los últimos 50 años, ocurrió en la discoteca Kiss, situada en la ciudad de Santa María. Las autoridades reportan hasta el momento 106 heridos.
El siniestro comenzó cerca de las 2:30 horas (1:30 en Chile) cuando un integrante de la banda Gurizada Fandangueira, que se presentaba en el centro de entretención, encendió un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como "Lluvia de plata".
Una chispa alcanzó el aislamiento del techo. El fuego se extendió con rapidez en medio del terror de los jóvenes que se encontraban en el recinto.
Tras conocerse la noticia, la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, abandonó Chile, en donde participaba en la cumbre Celac-UE, y regresó a su país.
"Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá", aseguró Rousseff en declaraciones que concedió a medios brasileños.
Minuto de silencio de Presidentes en Chile
El anfitrión de la cumbre fue unos de los primeros Gobiernos en solidarizarse con Brasil y a través de su canciller, Alfredo Moreno, manifestó que la tragedia enluta a toda América Latina.
"Esto no solamente enluta a todo el hermano país de Brasil, sino a todos nuestros países", apuntó Moreno, quien lamentó que "tanta gente joven haya sido afectada por una tragedia tan inmensa".
El Presidente Sebastián Piñera, que logró hablar con Rousseff antes de su regreso, pidió a los 40 jefes de Estado y de Gobierno en la clausura de la cumbre "reflexión y solidaridad con el pueblo de Brasil por la tragedia", y solicitó que se pusieran de pie y guardaran silencio en homenaje a las víctimas.
Asimismo, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, presente en la cumbre Celac-UE, transmitió sus condolencias a las víctimas y su "profunda pena" a Dilma Rousseff.
España transmitió un comunicado en el que su gobierno expresó su "más profundo pesar" al pueblo brasileño por "esta enorme tragedia y el dolor inmenso que ha provocado".
El Gobierno de Alemania también manifestó sus condolencias por la tragedia e informó de que la Canciller Angela Merkel, también en Santiago por la cumbre Celac-UE, dio personalmente el pésame a Rousseff.
El ministro de Relaciones Exteriores germano, Guido Westerwelle, indicó en un comunicado sentirse "profundamente consternado".
"Nuestros pensamientos están en estos tristes momentos con las numerosas víctimas y sus familias, sus conocidos y amigos", agregó el jefe de la diplomacia alemana.
Piel para heridos graves
El Ministerio de Salud de Argentina anunció este domingo que enviará piel para los heridos con graves quemaduras, a pedido de las autoridades del estado brasileño de Río Grande do Sul.
"Vamos a poner a disposición de nuestros pares brasileños la cantidad de piel que podamos, según la existencia de la misma en nuestro banco de piel que funciona en el Hospital Garrahan (de Buenos Aires)", explicó el secretario de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud argentino, Gabriel Yedlin.
Colombia también expresó sus condolencias a Brasil "por las pérdidas humanas que dejó el trágico incendio registrado en las últimas horasl", y envió "un mensaje de solidaridad a los familiares de las víctimas.
Al mismo tiempo, hizo "sinceros votos por la pronta recuperación de las personas que resultaron heridas en este lamentable hecho".
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México dirigió un mensaje de condolencias "al Gobierno y al pueblo de Brasil, y en especial a los familiares de las víctimas del desafortunado incendio".
El Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, manifestó en un comunicado su mensaje de solidaridad y condolencias. "En nombre mío, de mi esposa Vanda, del gobierno y el pueblo de El Salvador, le hago llegar nuestras más sentidas condolencias por la tragedia que enluta a la ciudad de Santa María y a todo Brasil", señaló.
La nota oficial subraya que los jóvenes que perdieron su vida serán "una herida abierta en la comunidad de Santa María".
Santa María, una ciudad de 261.000 habitantes en el interior de Río Grande do Sul, estado del sur de Brasil fronterizo con Argentina y Uruguay, cuenta con un elevado número de estudiantes, más la décima parte de la población, por concentrar ocho universidades.
Muchas de la víctimas del incendio eran alumnos de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María (UFSM) que celebraban una fiesta en el local.