NUEVA YORK.- El ex alcalde de Nueva York, Ed Koch, considerado un símbolo de la ciudad tras rescatarla de una grave crisis financiera, falleció esta madrugada a los 88 años por problemas cardíacos.
El ex edil rigió los destinos de la ciudad entre 1978 y 1989, un tiempo convulso al que la Gran Manzana llegó con serios problemas financieros que la habían llevado a un importante deterioro urbano.
Ed Koch, quien fue concejal y también congresista en Washington representando al distrito este de Manhattan, es recordado por su transformación de la ciudad, pero también por ser un político honrado que siempre decía lo que pensaba.
A Koch se le reconoce por haber salvado a la ciudad de una grave situación fiscal que se acercaba a la quiebra en los años 70, y para ello no dudó en enfrentarse a los sindicatos de trabajadores municipales, uno de los puntos de apoyo más importantes del Partido Demócrata en Nueva York.
También se le atribuye el programa de construcción y rehabilitación de unas 200.000 viviendas que ayudó a transformar los barrios más deprimidos de la ciudad.
Sin embargo, los últimos años de su tercer mandato quedaron oscurecidos por los problemas de corrupción en algunos departamentos del Ayuntamiento (aunque no tuvieron relación con él), la epidemia de "crack" y la ola de delincuencia que trajo consigo, así como el aumento de la violencia racial.
Estas disputas raciales contribuyeron a que Koch, hijo de judíos emigrados de Polonia a comienzos del siglo XX, perdiera en 1989 la elección primaria para un cuarto mandato frente a David Dinkins, quien fue elegido posteriormente como el primer alcalde de raza negra que ha tenido Nueva York.
El actual alcalde, Michael Bloomberg, amigo suyo, expresó que "gracias a su liderazgo firme y decidido y a su responsable política fiscal, Ed ayudó a levantar a la ciudad en sus días más oscuros y prepararla para una recuperación increíble".
"Era un icono de la ciudad, la salvó de la crisis financiera", señaló un neoyorquino preguntado por la calle, mientras que otro apuntó que "nunca dudó en hacer lo que hiciera falta".
La casualidad quiso que Koch, quien tenía problemas de salud desde hacía varios meses, muriera el mismo día en que otro símbolo de la ciudad, la estación de Grand Central, inicia hoy los festejos por el centenario de su inauguración.