AUKLAND .- El terremoto y posterior tsunami que azotaron el miércoles la isla Santa Cruz causaron la muerte de al menos nueve personas, en tanto que varias siguen desaparecidas.
Al menos 4.500 personas se quedaron sin hogar por la destrucción o daños que sufrieron unas 700 viviendas, según medios de Nueva Zelandia, que citaron a autoridades locales.
La mayoría de los muertos por la ola de hasta un metro que cubrió el terreno bajo de las islas son personas de la tercera edad y niños. Muchos residentes se salvaron trepando a los árboles o corriendo hasta las zonas altas.
Tras el terremoto de 8,0 en la escala de Richter se han registrado decenas de réplicas, una de hasta 7,0.
Un poblado de 200 habitantes en el área de Nela es el más afectado, con el 95 por ciento de sus viviendas destruidas. Los animales muertos generan además problemas sanitarios en numerosas zonas.
El aeropuerto más cercano, en Lata, está cerrado por la necesidad de limpiar los escombros y no se espera que reabra hasta el viernes.