BEIRUT.- Los 21 observadores filipinos de la ONU, que fueron secuestrados por rebeldes sirios, continúan en cautiverio, a pesar de que este sábado expiraba el plazo de tiempo en que se preveía su evacuación de un pueblo en los Altos de Golán.
El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane afirmó que "no hay nada nuevo, no fueron liberados todavía a pesar de que los rebeldes aseguran que están listos para entregarlos en cualquier momento”.
El viernes miembros de la ONU y los rebeldes negociaron el cese de los bombardeos, que permita a una delegación de la Cruz Roja, acompañada de un equipo de la ONU, evacuar a los observadores del pueblo de Jamla.
Este acuerdo fue alcanzado después de que el primer intento de sacar a los observadores de Jamla fracasara por un bombardeo del ejército en un sector próximo, que obligó al convoy de la ONU que debía evacuarlos a dar marcha atrás.
Este sábado "estallaron combates entre rebeldes y soldados cuando los insurgentes atacaron una unidad militar en Aabdine, a tres kilómetros al sur de Jamla", indicó Abdel Rahmane, y agregó que, entre los grupos rebeldes autores de este ataque se encuentra "la Brigada de los Mártires de Yarmuk", el grupo que secuestró a los observadores el miércoles.
El responsable de las operaciones para el mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous, dijo el viernes que espera un "alto el fuego de varias horas" para permitir la liberación de los observadores.