CIUDAD DEL VATICANO.- La Iglesia Católica ya tiene Papa, y es argentino. Luego que tras la quinta votación sostenida por el cónclave cardenalicio saliera finalmente humo blanco, el Vaticano presentó a Jorge Mario Bergoglio como el nuevo pontífice.
"Habemus Papam" anunció el cardenal Jean-Lois Tauran, nombrando a Bergoglio, recibiendo así el estruendoso aplauso de los feligreses que se encontraban congregados bajo una intensa lluvia en la Plaza San Pedro del Vaticano.
De esta forma, el trasandino -quien eligió el nombre de Francisco I- se convierte en el sucesor del Papa emérito Benedicto XVI, quien el pasado 28 de febrero dejara el pontificado para dedicarse a una vida de retiro y oración, un hecho histórico que no ocurría hace seis siglos.
Una vez hecho el anuncio del Vaticano, un emocionado Francisco I apareció con su sotana blanca para dirigirse a los fieles rogando que pidan a Dios que le bendiga en su nuevo camino, que debe ser de amor y hermandad.
"Queridos hermanos y hermanas", dijo en italiano y con el rostro emocionado: "Parece que los cardenales me vinieron a buscar al fin de mundo", afirmó, tras rendir tributo a su predecesor Benedicto XVI e instar a la Iglesia a "la fraternidad".
"Espero que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero para la evangelización", agregó. Además, pidió rezar en silencio por él para que dios le ayude en su labor y la multitud guardó silencio.
Posteriormente, el sacerdote trasandino entregó la bendición Urbi et Orbi a los presentes, quienes lo ovacionaron gritando su nuevo nombre.
Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 (76 años) y era el único cardenal jesuita que participaba en el cónclave. Antes de ser elegido Papa, Francisco I se desempeñó como arzobispo de Buenos Aires y fue presidente de la Conferencia Episcopal de su país.
Si bien no figuraba dentro de los posibles candidatos para suceder a Benedicto XVI, de acuerdo a lo que señalan los medios italianos, en el pasado cónclave donde se eligió al reemplazante de Juan Pablo II, fue quien tuvo más votos después del entonces cardenal Joseph Ratzinger.