RIO DE JANEIRO.- Los organizadores brasileños de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará del 23 al 28 de julio, y que estima atraerá a unos dos millones de católicos, propondrán al nuevo Papa Francisco que visite una favela durante su estancia en la ciudad de Río de Janeiro.
De acuerdo a lo indicado por el director del equipo eclesial que organiza la cita, el sacerdote Arnaldo Rodrigues, el cambio en el pontificado abre la posibilidad de ampliar el número de actividades del Papa en la ciudad, ya que el programa actual fue elaborado teniendo en cuenta los 85 años de Benedicto XVI.
"Puede ocurrir una ampliación de la agenda, con eventos extras durante la jornada", afirmó al portal brasileño de noticias UOL el religioso, quien aclaró que el nuevo programa podría incluir "visitar una favela, el (monumento de) Cristo Redentor, además de otros encuentros con la sociedad brasileña".
"Son propuestas que estamos presentando al Vaticano", afirmó Rodrigues, quien mencionó entre las posibilidades una visita a la favela de Vidigal, donde ya estuvo en 1980 el Papa Juan Pablo II y que ha sido una de las comunidades incluidas en el programa de Unidad de Policía Pacificadora (UPP), de ocupación de barriadas controladas por narcotraficantes.
Hasta ahora, la agenda del pontífice en Río sólo tiene cuatro actividades confirmadas: una misa el 25 de julio en el famoso barrio de Copacabana, que también recibirá el día siguiente una representación de la Vía Sacra, una vigilia, y una misa en el barrio de Guaratiba, los días 27 y 28 de julio, respectivamente.
Además, el pontífice tiene previsto recibir a dos jóvenes de cada continente en el palacio episcopal, ubicado cerca de la zona céntrica de Río.
La posibilidad de ampliar el número de actividades del Papa en Río también fue admitida hoy por el ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia brasileña, Gilberto Carvalho: "Como la programación anterior... era para una persona más anciana, con menos actividades, podría ser que sean ampliadas las actividades (del Papa Francisco) en Brasil".
Según Rodrigues, sin embargo, la inclusión de nuevas actividades en la agenda depende de una autorización del Vaticano.