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Margareth Thatcher se sintió traicionada por Reagan por las Malvinas

Documentos revelados recientemente muestran el derrotismo que existió incluso entre los colaboradores de la ex Primera Ministra británica en los días siguientes a la invasión argentina de 1982.

22 de Marzo de 2013 | 08:53 | AP
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Thatcher no se sintió suficientemente respaldada por Reagan al comienzo del conflicto en Malvinas, según los documentos.

AP (imagen de archivo)

CAMBRDIGE.- Más allá de la imagen de "Dama de Hierro" que la ex Primera Ministra Margaret Thatcher consolidó luego de la victoria británica en la guerra de las Malvinas (Falkland), nuevos documentos dejan en evidencia los difíciles momentos que vivió cuando se sintió rodeada por el "derrotismo" de sus colaboradores.

La ex jefa de Gobierno inglesa también se consideró traicionada por el entonces Presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, de quien esperaba apoyo incondicional en el marco de la fuerte alianza angloestadounidense.

En abril de 1982, cuando Argentina ocupó el archipiélago, el gobierno de Thatcher buscó presentar un frente unido ante el público británico mientras preparaba su flota para el contraataque.

No obstante, documentos privados dados a conocer este viernes por el archivo Thatcher en la Universidad de Cambridge muestran que sus asesores más cercanos le pidieron negociar el futuro de las islas en lugar de ir a la guerra.

Al mismo tiempo, el gobierno de Reagan respaldó un plan de paz que pedía a Gran Bretaña retirar su insistencia de autodeterminación para los isleños.

Esta postura hizo que la gobernante dijera que la amistad angloestadounidense la puso en ese momento "en conflicto con principios democráticos fundamentales".

A posteriori, la guerra fue uno de los momentos determinantes de la trayectoria de la dirigenta conservadora. No obstante, en los primeros días luego de la sorpresiva operación argentina, muchos políticos británicos dudaban de obtener un triunfo militar.

Los cuestionamientos apuntaban a la lejanía del teatro de operaciones, situado a 13.000 kilómetros de Londres y donde vivían menos de 2.000 personas en el momento de la guerra.

"Sorprendente" grado de confusión

El 6 de abril, cuatro días después de la invasión, Michael Jopling, ministro del gabinete y responsable de la disciplina parlamentaria, envió a Thatcher una carta que destacaba los puntos de vista de los conservadores.

Las francas opiniones iban desde "mis representados quieren sangre... invada tan rápido como sea posible", hasta "estamos cometiendo un gran error".

Un legislador fue descrito como "derrotista desesperanzado, deprimido y desleal" y otro como "desesperadamente deprimido".

Chris Collins, historiador de la Fundación Margaret Thatcher, dijo que los documentos revelan confusión, incertidumbre y desaliento en el número 10 de Downing Street, la oficina del Primer Ministro.

"Pienso que la diversa gama de opiniones y el grado de confusión son sorprendentes", agregó Collins. "En particular en las primeras semanas, la gente no sabía cómo reaccionar".

Los opositores de Thatcher no sólo eran los liberales "blandengues" a quienes ella muchas veces ridiculizó, sino también funcionarios leales con quienes la Primera Ministra compartía sus intransigentes políticas económicas.

Alan Walters, uno de sus asesores en economía, escribió en su diario -que también se conoció el viernes- que él propuso "hacer que Argentina pagara una compensación a los malvinenses" como solución al conflicto.

John Hoskyns, jefe de la Unidad de Políticas, escribió en su diario sobre su temor de "que estamos a punto de convertirnos en unos tontos todopoderosos".

Qué papel pudo jugar esta inicial indecisión británica en el resultado de la guerra, si los argentinos hubieran mostrado mayor resolución y habilidad en su defensa de las islas que ocuparon, forma parte del análisis del conflicto a partir de los indicios revelados por los nuevos documentos.

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